Camino a la exclusión

Escrito por Aurelio Duque Valencia
Viernes, 13 Febrero 2015 09:31

Empezamos el 2015 con los mismos pagos a la Conselleria de Sanidad; se sigue cobrando la asistencia sanitaria a los colectivos excluidos del sistema sanitario público, mediante el Decreto 190/2013, de 20 de diciembre de 2013. Además, se sigue con el copago farmacéutico a los pensionistas, y a los ancianos de las residencias, a los dependientes, a los discapacitados, y  se están pensando en no aplicar el copago farmacéutico para pacientes ambulatorios con enfermedades crónicas graves que precisan seguimiento hospitalario. Se han dado cuenta que, no es oportuno ahora y además es perverso maltratar ‘económicamente’ a un enfermo vulnerable. El enfermo puede que no tenga dinero para comer, ni para pagar las medicinas, y se muera.

El resultado de todas las medidas económicas en sanidad,  ha sido un incremento de las desigualdades de trato entre pacientes de comunidades autónomas vecinas, e incluso entre hospitales de una misma ciudad: hay diferencias en Valencia entre H. Peset, La Fe y El Clínico. La equidad del sistema sanitario público se ha roto y esto tiene muy graves consecuencias en la salud de la población: numerosos colectivos vulnerables están siendo abocados a situaciones de desprotección, deterioro, pobreza, marginalidad y exclusión social.   

La Ley General de Sanidad de 1986, aquella obra de Ernest Lluch, anunciaba una sanidad universal, pública y gratuita; donde el impacto de la atención primaria en la efectividad, eficiencia y equidad del sistema, era  el pilar fundamental; ya estaba más que demostrado. En 2012, se puso en marcha el Decreto-Ley 16/2012, que marcaba un cambio de modelo sanitario y que recibió el rechazo de todos los colectivos sanitarios y de numerosas comunidades autónomas. Ya vivimos los resultados de los recortes en la cobertura, en el acceso y en las prestaciones sanitarias. Recortes y repagos. Desigualdad y exclusión social. Numerosas instituciones, que trabajan con colectivos vulnerables, están dando visibilidad al problema de la exclusión, por ejemplo, ODUSALUD (Observatorio del Derecho Universal a la Salud); cada nuevo informe presentado va sacando a la luz el enorme ‘iceberg de la exclusión’ sanitaria y social existente en nuestra comunidad.

Cambian los directivos de la Conselleria, pero los médicos de familia permanecemos próximos a  los pacientes. Les recordaremos a los nuevos gestores que la austeridad mata y que los determinantes sociales se han de incluir en la agenda política… La pobreza y la inequidad, traen más enfermedad y más mortalidad; y éstas, tienen nombre y apellidos… y van más allá de tener controlado el LDL y la hemoglobina glicosilada HbA1C, principales preocupaciones actuales de algunos gerentes… Llevan a los pacientes y a las familias, a abandonar su medicación, a tener recaídas y reingresos hospitalarios, así como a un retroceso en los procesos de recuperación..  

Los Médicos de Familia tenemos un compromiso ético que nos obliga a tratar a nuestros pacientes, con tarjeta sanitaria o sin ella, con nuestros mejores juicios y habilidades, protegiéndolos del daño y de la injusticia. Somos los agentes sanitarios  para aquellos enfermos sin voz, y para todos aquellos cuyo sufrimiento es único, personal e intransferible...

Necesitamos tiempo para escuchar, anotar, y pensar… Nuestra responsabilidad es encontrar una buena salida para todos: saber hacia dónde vamos y tener tiempo para averiguarlo.

Seguimos trabajando para cambiar estas situaciones y traer más justicia social.

Aurelio Duque Valencia
Médico

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