Cuando llegan estas fechas no puedo evitar recordar los finales de curso escolar. Ya han pasado cinco años desde que participaba de lleno en la pomada y, ya entonces, navegando en aguas turbulentas y de cambio hacia el abismo. Desde dentro, y viendo lo que había de venir, al final de mi vida profesional como docente, me producía cierta desespera(...)

Lo reconozco: no puedo ser objetivo con Marzà (Vicent). Nunca lo seré. Tampoco son Soler (Miguel). Nunca lo vamos a saber, pero cualquier ejecutado, jamás, jamás, podría serlo con su verdugo. Sí, verdugo. Verdugo profesional en este caso, se entiende. Por eso digo que no puedo ser nunca objetivo, ni siquiera intentándolo. Y ahora que “dice(...)