A la progresía se le llena la boca con la defensa del patrimonio industrial, pero una cosa es predicar y otra dar trigo. Estuvimos reivindicando que la Gerencia fuera pública muchos años, desde la década de los 90. Menos mal que se puso en marcha aquella comisión ciudadana y se fue concienciando al personal, porque, algunos de la propia progresía ya querían construir pisos en ese entorno. Pensando en eso, precisamente, el PGOU de 1992 ya concedió a la siderúrgica unos derechos urbanísticos en ese ámbito. Pero no fue hasta la legislatura 2007-2011 cuando Iniciativa Porteña puso como condición, en el pacto de Gobierno con el PP, que la Gerencia pasara a ser de propiedad municipal. Si no llega a ser por que los segregacionistas se arremangaron, todavía estaríamos con la pancarta, reivindicando la titularidad pública de la ciudad jardín. Más de diez años después de aquello, han tenido que venir los ‘fachas’ de Vox a declarar Bien de Interés Cultural el Horno Alto, por lo visto, el Gobierno del Botànic no tuvo tiempo de tramitarlo, desde que la APIPS lo solicitó, dejando, incluso, que caducara el propio expediente.
Con el Archivo Minero Siderúrgico estamos igual o peor. Toda esa ingente cantidad de documentos lleva años, por lo menos tres o cuatro décadas, esperando que alguien la ponga en valor: digitalizar, catalogar y conservar en condiciones óptimas. Aquí todo el mundo muestra su preocupación por la preservación de este tesoro documental, pero bien poco se avanza en esa dirección, mucha palabrería y poco más. Está clarísimo que el Ayuntamiento no tiene capacidad económica para afrontar esta tarea, no lo ha hecho hasta ahora. Hay tan poco interés, que hasta se han perdido fondos europeos para financiar una parte de estos trabajos. ¿Quieren más?, el gerente de la Fundación del Patrimonio Industrial dimitió el ocho de octubre de 2020, se marchó aburrido, pues todavía no han nombrado a otro. Pero han tenido que venir nuevamente los de Vox, en este caso desde la propia Conselleria de Cultura, a instancias del Grupo Municipal de Sagunto, para proponerle al consistorio la cesión temporal del archivo, que este departamento autonómico se encargaría de digitalizar, catalogar y custodiar en condiciones, dejando claro que volvería al municipio de Sagunto cuando el Ayuntamiento pudiera acogerlo adecuadamente.
Si esta propuesta viniera del Gobierno del Botànic, no tengo ninguna duda de que la aceptarían de buen grado y se quitarían un muerto de encima, como hicieron con el Economato, cediéndoselo a la Generalitat para que construyera el fallido CEAM, que no sé si se llevará a cabo, pero no tengo dudas de que el edificio de la antigua Cope colapsará si no se pone remedio. Sin embargo, como la propuesta la hacen los ‘fachas’ de Vox, igual dicen que no. Sería un inmenso error. Veremos.
