El pasado 10 de noviembre, la junta de gobierno del ayuntamiento de Sagunto, conformada por siete concejales del PSOE y uno de EU, decidió suspender las obras del carril bici, dada la necesidad de realizar un modificado tras el fiasco que se llevaron en la avenida Nueve de Octubre. A pesar de que desde el gobierno municipal afirman que los ciudadanos han sido debidamente informados, la realidad es que la inmensa mayoría desconocían el trazado y las consecuencias de ese proyecto que, hasta donde ha llegado, ha causado más inconvenientes que beneficios.
El intento de meter con calzador el carril bici en la Nueve de Octubre, ha generado una reacción en la calle que ha conseguido frenar las intenciones del Ayuntamiento de Sagunto. No obstante, habrá que ver hacia donde dirigen el modificado de ese proyecto, porque la realidad es que lo que se ha ejecutado no ha gustado nada, y si no que le pregunten de verdad a los ciudadanos, a ver que les parece el tramo de la Avenida de Aragón, que a mitad de camino cruza la carretera y sube a la acera. Que vayan a la calle Sierra Cazorla que han dejado en un solo sentido o que pasen por San Francisco Borja que por allí se encontrarán a algún vecino cabreado.
Mientras se meten en caminos a ninguna parte dentro de la trama urbana de El Puerto, seguimos sin un acceso adecuado para ciclistas y peatones a los polígonos industriales. Parc Sagunt I y en el futuro Parc Sagunt II, polígonos Sepes y Horno Alto, necesitan inversiones en accesibilidad y conectividad para que puedan acudir a su puesto de trabajo aquellos empleados que quieran hacerlo andando, en bici o en patín, sin tener que jugarse la vida por la inexistencia de una conexión segura con su puesto de trabajo. Si realmente creemos en la movilidad no se puede reparar en gastos para acometer estas actuaciones para llegar a las zonas industriales.
Dentro de la ciudad, Iniciativa Porteña ya planteó su propuesta para sustituir el carril bici de la avenida Nueve de Octubre, mediante la implementación de ciclo calles que son perfectamente funcionales, tal y como ha quedado demostrado en otros lugares. Por otra parte, no entendemos la paralización de la actuación en la Avenida Hispanidad, pues es uno de los tramos que aparentemente iba a quedar bien, sin que nos coste que se haya producido ningún movimiento en contra.
En resumen, lo que ha quedado demostrado es que la planificación ha sido un absoluto desastre y, tras iniciar el proyecto han tenido que paralizarlo, lo cual supondrá indemnizaciones a la empresa contratada y cambios en los que ya anticipo que volverán a caer en los mismos errores. Mi consejo es que informen de verdad a los ciudadanos, que esa participación y trasparencia de la que hablan sea efectiva, así se evitarán sorpresas desagradables como la que se llevaron en la avenida Nueve de Octubre.
