Palabras huecas

Viernes, 17 Noviembre 2023 21:09

El 30 de enero de 2013 se puso punto final a la celebración de los plenos municipales en el Puerto. En esta jornada, se realizaba en el salón del palacio consistorial la sesión ordinaria que, de haber continuado la alternancia, hubiera tenido que realizarse en el Centro Cívico de Puerto Sagunto. De esta forma se daba cobertura a la legalidad y se restauraba una anomalía que hoy, más de diez años después, sigue vigente. Lo cual es verdaderamente alucinante. Fueron los nacionalistas de Compromís los que se encargaron de privar a los porteños de los plenos en el Antiguo Sanatorio de AHM; presentaron un recurso contencioso administrativo y lo ganaron, porque, de acuerdo con la ley, los plenarios se tienen que efectuar donde está situada la sede oficial del Ayuntamiento. No hace falta ser ninguna mente privilegiada para darse cuenta de que se trata de un precepto legal bastante anticuado, pero a los nacionalistas saguntinos les vino de perlas para dar un golpe en la mesa, sacar pecho y seguir avivando el enfrentamiento entre porteños y saguntinos, que de eso es de lo que obtienen el principal rédito, porque, con esta medida, no se obtuvo ningún beneficio para la ciudadanía de una u otra parte del municipio.

Al principio de la democracia ya se realizaron plenos en el Puerto, concretamente en el salón de actos de CCOO, siendo alcalde Manuel Carbó. Sin embargo, la existencia de dos sedes para los plenos, una en el Puerto y otra en Sagunto, fue una consecuencia de los acuerdos suscritos en el pacto de Gobierno formalizado por el PP y los segregacionistas, que estuvo vigente entre agosto de 2008 y febrero de 2010, por cierto, una etapa breve, pero singularmente prolífica, ya que se lograron muchos avances en el núcleo porteño, bastantes más que los obtenidos entre 2015 y 2023. Esto no es una opinión, son datos irrefutables. Precisamente, en aquel pleno del 30 de enero de 2013, el ya portavoz de IP, Manuel González Sánchez, se vino arriba y afirmó: «Ninguno de estos señores se saldrá con la suya», se refería a los de Compromís. Algo parecido a ese otro eslogan de una época convulsa anterior: «No pasarán», pero pasaron, vaya que sí pasaron, y no dejaron piedra sobre piedra.

Ahora, que Darío Moreno ha decidido que las sesiones municipales se realicen en el Centro Cívico, eso sí, mientras duren las obras de remodelación en el salón de plenos del palacio consistorial, sería un buen momento para que se retomara la alternancia, no solo entre Sagunto y el Puerto, también tienen derecho los vecinos de Baladre o los de Almardà. Esta medida acercaría verdaderamente la institución municipal a la ciudadanía, porque aquí se habla mucho de participación ciudadana y de aproximar el consistorio a la gente, pero no deja de ser un discurso hueco. Pura palabrería.


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