Hay un estudio antiguo que indica que esa creencia generalizada, que dice que dormir un mínimo de 8 horas diarias es muy beneficioso —y necesario— para la salud, se trata solo de un mito. Un diario inglés (no recuerdo el nombre) se ha hecho eco de esta idea y la ha publicado, lanzando la primera piedra sobre el tema. No sé que tendrían que decir los especialistas en esta cuestión del sueño, porque la idea de las 8 horas necesarias para descansar adecuadamente, como muchas otras, se encuentra a veces tan enraizada en la sociedad, que llegar alguien y tirarla por tierra lo convierte poco menos que en un negacionista.
El diario ha retomado los datos de un estudio que se realizó en California en 1913. En ese momento, los investigadores desmintieron que fuera necesario dormir un mínimo de 8 horas diarias, ya que, según decían, el cuerpo humano no necesita descansar un número determinado de horas de sueño, sino que quien necesita descansar es nuestro cerebro. Por otro lado, el estudio de 1913 asegura que el cerebro de los adultos puede descansar de una forma adecuada solo con 5 o 7 horas de sueño. De cualquier forma, sea el cuerpo o sea el cerebro el que necesita descansar, podemos establecer un mínimo de horas necesarias, aunque eso puede variar en función de las necesidades de cada persona y en función del trabajo realizado. Y se me ocurre pensar —soy muy osado—, que las personas que realizan un trabajo físico será su cuerpo el que necesita el descanso, mientras que las personas que desarrollan un trabajo intelectual quién debería descansar sería su cerebro.
Pero aunque la explicación científica nos dice que el cuerpo no necesita el descanso, sí que podemos afirmar que si no dormimos lo suficiente, el cerebro no responde correctamente y por eso, tanto las actividades motoras como las mentales, no pueden llevar a cabo su labor con suficiente determinación y soltura, además de que, muchas de las investigaciones aseguran que dormir lo suficiente mejora las funciones físicas, previene enfermedades, favorece el trabajo mental, incrementa el rendimiento deportivo y nos aporta otros beneficios para la salud.
Por lo tanto, sospecho que lo que deberíamos debatir es cuánto tiempo como mínimo sería necesario dormir para tener una vida saludable. Nuestro cuerpo funciona de una forma paralela a las horas de luz solar, algo que orienta nuestro reloj biológico, y esto significaría que si dormimos en ausencia de sol, necesitaríamos dormir esas 7 u 8 horas diarias de las que siempre se ha hablado; pero ¿qué pasaría, por ejemplo, en aquellos países, y en aquellas estaciones del año, en las hay veinte o veintidós horas de oscuridad, o veinte o veintidós horas de sol?
Al margen de todo esto, si es solo el cerebro el que necesita dormir, el estrés que puede causar un descanso inadecuado y poco reparador puede iniciar el desarrollo de afecciones que perjudiquen a la salud. Por lo tanto, continuar con la idea de que es necesario dormir 8 horas diarias para poder descansar adecuadamente, quizá sea el concepto más oportuno para proteger el cuerpo, la mente y la calidad de vida.
Con la edad, el cuerpo necesita menos horas de sueño, por eso sobre los 70-75 años dormir 5 o 6 horas al día pueda considerarse adecuado, aunque haya algunos pocos que logren dormir 7 u 8 horas, y eso se considere un privilegio.
