Ayer jueves se celebró el pleno municipal ordinario de septiembre, que ahora, en lugar de hacerlos a final de mes, lo realizan al principio. Las manías no las curan los médicos. Me llamó la atención que, pese a ser ordinario, fue matutino, al convocarse a las ocho de la mañana. Van a decir que soy una mosca cojonera o un tiquismiquis y que nada me parece bien, pero esto de fijar las sesiones plenarias a esas horas me parece que va en contra totalmente de facilitar la participación ciudadana. La mayoría de los ediles que componen el equipo de gobierno están liberados con buenas retribuciones, pero a las ocho o las nueve de la mañana la gente que se gana la vida a pulmón tiene ocupaciones profesionales que, lógicamente, le impiden asistir a estos eventos. Esta crítica también la hizo ayer, en la misma sesión, el veterano activista vecinal, Primitivo Safón, a ver si va cundiendo el ejemplo. Aquellos que leyeron este espacio la semana pasada, recordarán que hablaba de plenos municipales y comisiones informativas vacías de contenido, pues a eso le falta, para terminarlo de arreglar, que las sesiones ordinarias se hagan a las ocho de la mañana, así se aseguran de que no va ni el Tato.

Por cierto, esta semana se han celebrado dos eventos informativos, uno el lunes, con entidades vecinales y de comerciantes, y otro el miércoles, para el público en general, en ambos actos los técnicos municipales informaron con bastante detalle del Plan de Movilidad que se está implantando en el municipio. Teniendo en cuenta que se trata de un asunto de mucho calado, que, lógicamente, afectará de lleno a toda la ciudadanía, me ha llamado mucho la atención que no hubiese ningún representante del equipo de Gobierno. Ya sé que nuestro alcalde está en modo off, disfrutando de unas merecidas vacaciones en Canarias, tras unos meses de verano verdaderamente agotadores. Sin embargo, el concejal de Movilidad y hombre fuerte del equipo de Gobierno, Javier Raro, sí que debía haber hecho acto de presencia, más que nada para respaldar a los técnicos municipales y atender las cuestiones planteadas por los asistentes, porque no perdamos de vista que, al final, la puesta en marcha del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sagunto (PMUS) es una decisión política.

Un plan de movilidad redactado en 2009 y revisado en 2017, debería haberse sometido a un debate extenso para buscar un amplio consenso, sobre todo, porque hay un elemento nuevo que va a ser determinante y terminará alterándolo todo, me refiero a la gigafactoría, pero como hay que hacerlo sin más pérdida de tiempo para que no se pierdan los fondos europeos, mucho me temo que se impondrá a la trágala, eso sí, con algún cambio cosmético para quedar bien. Es lo que hay.