Votar es la única ocasión de participar que te ofrecen cada cuatro años. Ahí empieza y termina nuestra participación. ¿A quién hay que votar? De derecha izquierda, la cosa es así; Si eres fascista o nazi a VOX. Si no lo eres tienes entre los partidos “de orden” al PP. Muchos lo votan. Yo no, por supuesto, tendría que ser muy estúpido habiendo sido un trabajador y hoy un pensionista, para votar al partido de los ricos.
El otro gran partido votable es el PSOE, (¡ojo! yo nunca los menciono como “socialistas” porque no lo son; en el mejor de los casos socialdemócratas) Estos, al no ser carne ni pescado, se ponen en cada caso la gorra que les conviene y pueden hacer de todo. Hay que tener mucho cuidado con ellos.
Sus mejores momentos lo habían conseguido con Zapatero (mejoras sociales y laborales, etc. Pero Sánchez en esta última legislatura, al no poder gobernar con Ciudadanos y no poder evitar aliarse con Unidas Podemos, no ha tenido más remedio que hacerse socialdemócrata y ha conseguido en esta legislatura batir todos los records establecidos de avances sociales. Realmente nunca habíamos avanzado tanto en tan poco tiempo, a pesar de la guerra de Ucrania y la dura pandemia. Todo un ejemplo de si se quiere, se puede. De paso se ha demostrado empíricamente que para salir de las crisis lo mejor es aumentar por todos lados los ingresos de los pobres, para que ellos puedan comprar y, de paso, los fabricantes y las tiendas vendan.
Pero todo el mundo sabe que esto ha sido así gracias a un programa político y social pactado con Unidas Podemos y, a la importancia que ambos partidos le han dado al cumplimiento cabal del pacto, a pesar de la afición del Sr. Sánchez a los chuletones. Gracias a ello, este país se ha colocado entre los países a la cabeza de Europa y ha adquirido una relevancia impensable a principios de la década anterior. Cierto que, Europa también está sufriendo el retroceso que merece gracias a su enfermiza dependencia de EEUU. Pero de eso hablaremos otro día.
Desgraciadamente, en estas próximas elecciones ya no podremos contar con Unidas Podemos, el verdadero motor de los cambios habidos: las mentiras, las campañas mediáticas, las traiciones, los celos, las deserciones (como en las telenovelas turcas) han acabado con su presencia en las urnas.
¿Nos hemos quedado sin motor? Pues yo, honradamente, no lo sé. Lo que sí sé es que, al pueblo trabajador, a los humildes, a los pensionistas, a las clases populares en general nos ha quedado como única opción Sumar. No sabemos cómo funcionará el invento, pero si no los votamos lo que está claro es que tendremos al PP y VOX en la Moncloa. Así que… vosotros mismos.
