Este sábado se constituyen los nuevos ayuntamientos. Aquí, en Sagunto, pocas novedades depara este acto institucional de investidura. Darío Moreno seguirá al frente de la Alcaldía y el voto que le falta para completar la mayoría absoluta lo pondrá Roberto Rovira, que es el único candidato de Esquerra Unida-Unides Podem que consiguió plaza en las elecciones del pasado 28 de mayo. En lo referente a consolidar un gobierno municipal sólido y estable, el PSOE lo tiene muy fácil, sin embargo, se puede complicar todo mucho en la gestión, menos en la municipal, donde casi todo va en automático, pero, principalmente, en aquellos aspectos que dependen de otras administraciones.
Ya hemos visto lo poco que ha tardado el PP y Vox en formalizar un acuerdo para repartirse las competencias en el Gobierno de la Generalitat Valenciana. Enseguida se han entendido. Por cierto, hay que ver el revuelo que se ha montado porque el Partido Popular y Vox han llegado a un pacto de Gobierno, no solo en Valencia, sino en otras muchas administraciones donde la aritmética electoral les ha brindado la posibilidad de formalizar alianzas. A mí me habría sorprendido bastante más que el PP o Vox hubiesen pactado con Podemos, pongo por caso; eso sí habría sido de traca, pero lo más natural del mundo es que los de Núñez Feijóo y Abascal se den la mano. Comparten la misma ideología y parecidos valores, poco más o menos, por tanto, lo natural, lo coherente y lo que se espera de estas dos fuerzas políticas, es que lleguen a un entendimiento y gobiernen en aquellas instituciones donde los ciudadanos les han dado el respaldo suficiente para poder hacerlo. Así que menos aspavientos y más sentido común, que mientras nos entretienen con estas distracciones, no se habla de lo que realmente interesa al personal.
En el caso de Sagunto, habrá que ver cómo afectará el cambio de Gobierno en la Generalitat a las inversiones pendientes, por ejemplo, la Ciudad de la Justicia, las dotaciones educativas, la Nave de Talleres, que lleva muerta de risa desde hace varios años y, cómo no, todo lo relacionado con las infraestructuras que habrá que poner al día por la llegada de la gigafactoría. Ni que decir tiene que estos asuntos pendientes dependen, casi todos, de la Generalitat. Y en el ámbito estrictamente municipal, pues volver a recordar los ya clásicos temas que se arrastran de la legislatura anterior, me refiero a la mejora de jardines y la limpieza del municipio, el arreglo de baches, que en algunos casos son un escándalo, como en el aparcamiento de la playa; los proyectos EDUSI, las inundaciones de Almardà y el Puerto o la remodelación del paseo marítimo y la urgente intervención en las playas del norte. Trabajo a espuertas tienen en el consistorio y en la Generalitat. Veremos.
