Tras el 28-M se ha iniciado el redibujado del mapa político en la Comunitat Valenciana y en España a partir del 23-J. Habrá que ver si los socialistas continúan en el Gobierno nacional o se materializa el anunciado cambio de ciclo y la alianza del PP y Vox se instala en la Moncloa. Todo esto tiene más importancia de lo que parece, porque antes de las elecciones municipales y autonómicas el alcalde de Sagunto, Darío Moreno, levantaba el teléfono y se ponían al otro lado, da igual que llamara a Valencia o Madrid. También es verdad que tan excelente comunicación no sirvió de gran cosa, pero eso es agua pasada. Ahora, con Carlos Mazón Guixot presidiendo el gobierno valenciano, todo parece indicar que las comunicaciones entre Sagunto y el Palau de la Generalitat no van a ser tan fluidas. Creo que el GPS municipal empezará a ofrecer lecturas confusas, por eso es recomendable, para no perder el norte, llevar encima una buena brújula. Aunque no está todo perdido, la Diputación de Valencia será el único bastión del socialismo valenciano, un oasis en medio del desierto que tendrán que atravesar, porque si el 23-J logran asaltar la Moncloa los señores Feijóo y Abascal, el aislamiento de Sagunto va a ser total. Pero tampoco hay que hacer un espóiler, dejemos que se vayan desarrollando los acontecimientos.
En septiembre, cuando volvamos de vacaciones, tropezaremos con la realidad, con el proyecto de la gigafactoría en ciernes y con todo por hacer. Son tantos los asuntos pendientes que ya veremos cómo se gestionan. Hablamos de sanidad, educación, movilidad, seguridad, vivienda. Es lo que tiene el efecto llamada, que la población crece, atraída por las bondades que ofrece la tierra prometida. Aquí, de momento, pocas ventajas, el precio de la vivienda para venta o alquiler se ha disparado, el incremento de la población va a más y las comunicaciones siguen como hace cuarenta años, así que se puede montar un ‘cacao maravillao’ para flipar. Desde la instancia municipal tendrán que empezar a gestionar de verdad todo lo que se nos viene encima, menos mal que Darío Moreno, con sus once concejales, a un solo voto de la mayoría absoluta, no tendrá ninguna dificultad para poner en marcha toda su creatividad y dirigir el consistorio. Ahí veremos a la primera autoridad local en acción, ahí quedará acreditado lo equivocado que están aquellos que acusas a nuestro alcalde de trabajar poco y hacerse muchas fotos.
Para ir cerrando, el 17 de junio, que será el sábado de la semana que viene, se pone en marcha la nueva Corporación, el gobierno local será, prácticamente, monocolor. Enseguida vendrá julio y luego agosto, así que hasta bien entrado septiembre no esperemos que el navío municipal zarpe y empiece a coger velocidad de crucero.
