Sin duda. Esa es mi experiencia. Y nos es por animar a nadie. Pero si luchas a contracorriente lo más probable es que fenezcas electrocutado; como mal menor, afectado en el “perol”. Pero también sabía, por mi propia experiencia también, que para que no te den la patada en el culo lo mejor es pensar y actuar como colectivo antes que de manera individual (si se puede), Unirse para luchar, lo ideal. Acumular fuerzas (las batallas requieren esfuerzos y brazos). Con todo ello, ejercer presión, Pelear. Caer en el intento, pero levantarse. Luchar. Sabía que Eloy Gonzalo era un soldado español de aquel Régimen en descomposición, y derrotado. Pero aquel 26 de septiembre de 1896, se lanzó a recuperar una posición militar (frente a lógicos insurrectos y admirados cubanos ¡Ya estaba bien de Colonialismo! Con una única lata de gasolina, y atado con una cuerda para que pudieran recuperar su cuerpo en caso de ser alcanzado, dicen que, frente a tres mil enemigos. Mi entonces Blog, y después mi Columna, llevan es nombre: Cascorro con la lata. Les sorprendió a algunos esa adopción, sí. A mí no: fue consciente. Ahora cumple 10 años por aquí ¡Larga vida a Cascorro! Simbólicamente: lata, petróleo y antorcha contra lo que haga falta. Incluso, frente a un teclado de ordenador.
“Contrato-Programa” (sigue de semana anterior)
Lunes, 27 mayo 2013 08:50
“Ya sabemos que “pez que lucha a contracorriente...muere electrocutado”. Ya lo aventuramos. Pero también hemos conocido que hay caminos distintos al de la sumisión, anteriores a que “te den la patada en el culo”: pensar como colectivo, unirse, luchar, hacer presión, cumular fuerzas, pelear y ¡no firmar tramposos “Contratos-Programas”!; acciones todas ellas tomadas de un BLOG de un docente interino “incendiario”. Lo digo yo que, desalentado, no he podido, en conciencia, colocarme detrás de la pancarta de la última movilización de la pretendida comunidad educativa “más consciente”. Me superaba, aunque nunca abandoné la lata.
¿Quién está fracasando para que vayamos diligentes a firmar un tramposo “contrato-programa”, que lejos de atajar “ese” denominado fracaso escolar (de los alumnos/as), lo agrava más retirando previamente, sin pausa y con prisa, programas, atenciones, recortando plantillas y salarios, dejando derrumbarse y deteriorarse a las infraestructuras? Están fracasando ellos, y no podemos permitirnos de darles el mínimo respiro siendo cómplices de sus ocurrencias y maldades. Esfuerzo, mérito, excelencia, competitividad son conceptos vacíos, y puestos en sus manos y su literatura educativa, un fiasco. Comprobamos estos meses cuál es “su esfuerzo”. Qué méritos les seleccionan. Qué excelencia presentan en su gestión. Qué “competitividad” guía sus tomas de decisiones.
Como decía hace unas fechas George Malaty, asesor de la OCDE para PISA (no tan sospechoso como Cascorro; y ahora que nuestros alumnos valencianos van a ser evaluados conforme a ese “servicio de diagnóstico”, por voluntad de la Sra. Catalá) “PISA es peligroso porque si los colegios solo trabajan para tener buenos resultados en este informe internacional, mataremos a las matemáticas y las ciencias”. Mataremos eso, y todo lo demás. Y sobre todo, la Enseñanza y la Educación Públicas. Los “Contratos-Programa” serían uno de los instrumentos; un señuelo de trapo delante de una carrera de galgos flacos que no llevan a ningún lado. Desde luego no a mejorar los resultados académicos de nuestros alumnos/as.
El nuevo invento para el curso próximo: un contrato familias-tutores para fomentar la lectura desde infantil. Se establecerá que los niños de infantil “tengan que leer cuentos” ¡toma, toma y dale! Y en Secundaria, los padres de los alumnos/as se comprometan a “comprar la prensa” y “leerla con sus hijos” (no especifican si habrá de ser “la del Régimen”).
Simbólicamente: lata, petróleo y antorcha contra los “contratos-programa”. Larga vida a EL ECONÓMICO.
