Elecciones

Viernes, 12 Mayo 2023 21:07

Quedan apenas quince días para que se celebren las próximas elecciones municipales y autonómicas. Las listas de los diferentes partidos políticos que concurren a las alcaldías ya están preparadas, y ahora empieza la recta final en la que todos los candidatos van a exponer sus proyectos, sus bondades, sus sonrisas y sus promesas, promesas que, en la mayoría de los casos, no llegarán a buen puerto.

En esta recta final siempre desaparece el rictus serio, formal e importante de nuestros políticos más cercanos, los saludos se vuelven más efusivos, las campañas prometen lo que no está escrito, y todos se deshacen en buenos augurios hacia la población, críticas a los adversarios, censuras y reproches hacia el gobierno anterior, ese que ahora se encuentra en funciones, y alabanzas y vanagloria hacia todo lo que ellos están dispuestos a hacer.

Sé que hay excepciones, pero en un tanto por ciento muy elevado, la política se ha convertido en una carrera de la que vivir, y de la que vivir de una manera muy holgada, teniendo una posición muy respetable y estando en posesión de los medios necesarios para poder decidir aquello que cada uno desee. Todos, en mayor o menor medida, quieren hacer de ella su modus vivendi, aunque no lo reconozcan, aunque apuesten por darle a la población un brillo que no tiene, aunque se empeñen en decir por activa y por pasiva que están ahí para defender los derechos de los ciudadanos y de fomentar las medidas que hagan de la población un lugar mucho más digno en el que vivir.

Repito, habrá gente con buenos principios, no lo dudo, pero una vez metidos en el «cártel» político (y espero que nadie se sienta ofendido por esta expresión, que es solo una metáfora) se disipan los buenos propósitos y cada uno se dedica a arrimar el ascua a su sardina, a su sardina particular o a la sardina de sus amiguetes más cercanos.

Respeto la política nacional y comparto cualquier iniciativa autonómica y local que nos aporte algo positivo, al menos en aquellos espacios en los que me siento más identificado, y comprendo que no es fácil contentar a todos los ciudadanos. Muchas veces no se puede contentar ni siquiera a aquellos que son de la misma cuerda política de uno, y eso que el gobierno actual ha promovido políticas sociales importantes y necesarias, políticas que otros gobiernos han censurado y no han tenido nunca en cuenta. Sin embargo creo que se puede hacer mucho más de lo que se hace, porque creo también que no es necesario perder el tiempo con críticas despiadadas hacia los adversarios, que no nos conducen a nada positivo, precisamente porque eso es solo una pérdida de tiempo.

Seguramente, hay partidos que creen que esa debe ser su manera de hacer política, pero me parece, honestamente, que están equivocados. Si la unión hace la fuerza, unirse en política, y apoyar las medidas que beneficien a una mayoría de la población, partan del lado que partan, debería ser la forma más coherente de practicar una política sensata y decente.


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