Un día para celebrar a las madres

Viernes, 05 Mayo 2023 21:07

Necesitamos un día para celebrar a las madres. No para celebrar en el sentido que nos indican los anuncios de tele: ‘compra, consume, gasta’. Necesitamos un día para honrar su figura y reconocer la tarea que realizan de cuidados, un trabajo no remunerado que rara vez tiene el reconocimiento social que merece. Es curioso como cuando un hombre es atento con sus criaturas, es un padrazo, prácticamente un héroe, pero, sin embargo, cuando lo es una mujer, sencillamente está cumpliendo con su labor. Igual que siempre se cuestiona a las mujeres que deciden tomarse un respiro de la maternidad, solo a las madres se les critica si salen una noche o se marchan de viaje sin sus hijos e hijas. Lo mismo sucede con las mujeres que dedican mucho tiempo al trabajo. Siempre resuena con fuerza el estigma de la mala madre.

Pese a todos los avances, las mujeres siguen siendo las que cargan a las espaldas con el cuidado del hogar y esa carga es aún más pesada con la maternidad. Tienen que trabajar fuera de casa en empleos remunerados y, al mismo tiempo, hacer la mayor parte del trabajo de cuidados en el hogar, como cocinar, limpiar, cuidar de los niños y niñas, de las personas mayores o dependientes y un largo etcétera. Esto es lo que la economía feminista se ha encargado de denominar como doble jornada laboral y las estudiosas de esta materia explican que esto genera una situación de profunda desigualdad e injusticia.

Sinceramente, me da mucha rabia cuando se dice que las madres son heroínas que hacen todo y pueden con todo. No, no lo son, las madres son víctimas, como todas las mujeres, de un sistema patriarcal que nos oprime y discrimina. Mientras que los hombres pueden centrarse en su éxito profesional y social, las mujeres tienen que repartir el tiempo y esfuerzo, por lo que ven limitada su capacidad de tener éxito en el trabajo y en otros aspectos de la vida. De esta forma, los hombres acaban ocupando de forma mayoritaria los cargos directivos y de responsabilidad. Esto también refleja una desigualdad de género más amplia en la sociedad, que valora el trabajo remunerado más que el trabajo no remunerado de cuidados.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta que la brecha de género no se cerrará hasta dentro de más de 200 años, un futuro poco alentador. Son numerosos los obstáculos que afrontan las madres, como la falta de políticas de cuidados, la brecha salarial o discriminación en el lugar de trabajo. Mientras que la tasa de natalidad en España no para de caer, ser madre es algo muy poco atractivo para muchas de nosotras, una empresa solo apta para quien quiera enfrentarse a un gran sacrificio y trabajo con escasísimo apoyo social e institucional. Todo mi reconocimiento a las que sí deciden serlo y no solo eso, sino que encaran sus maternidades desde una perspectiva feminista. También a los padres corresponsables que asumen su papel y apoyan a sus compañeras de igual a igual.

Ante este panorama, resulta imprescindible y urgente la construcción de un sistema nacional de cuidados que apoye a todas las personas, pero especialmente a las mujeres, en esta ardua tarea de cuidar. Las instituciones tienen que garantizar el acceso a servicios de cuidados de calidad, para los niños y niñas, pero también para las personas mayores, enfermas o con diversidad funcional. Estos servicios tienen que ser totalmente públicos para que el cuidado sea accesible y asequible y que, absolutamente siempre, se anteponga la calidad al beneficio.

Aprovecho estas líneas para desear un feliz día a todas las madres y, en especial, a la mía.


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