La limpieza a fondo que estos días se le ha dado al malecón de Sierra Menera ha puesto de relieve que Prosagunsa, la empresa propietaria, ha cogido las riendas. Además, ya sabemos que la mercantil tiene preparado para este espacio un desarrollo urbanístico que contempla construir cuatro torres de diez alturas en paralelo a las casas de Menera, que taparían su fachada trasera, así como un hotel en la parte sureste del malecón, espacios verdes y plazas de aparcamiento. Esta propuesta se tendrá que negociar, llegado el caso, con el Ayuntamiento de Sagunto. Habrá que ver, cuando pasen las elecciones del 28-M, si el consistorio recurre el deslinde ante la Audiencia Nacional, como ya hizo contra la resolución de 2014, o si, por el contrario, opta por negociar con la propiedad.
Desde los sectores políticos progresistas siempre se ha defendido que el malecón fuera «Público y Verde», sin embargo, nunca se ha dicho cuál es la vía para alcanzar esa aspiración. Prosagunsa es la propietaria por sentencia judicial firme desde el 22/12/2010, con anterioridad, en 2008, Costas, a través de la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana, presentó un proyecto de remodelación del paseo marítimo que incluía el malecón como espacio «público y verde», pero el Ayuntamiento lo rechazó. Por tanto, si ese suelo ha de ser «Público y verde» está claro que alguien tiene que indemnizar a alguien, porque los conflictos de este tipo se resuelven con dinero.
Para hacernos una idea, el solar de 12.935 m2, situado detrás de Ciudadmar, fue expropiado por un importe de 3.806.168,60 euros. Estamos hablando de un suelo que está más cerca del mar y más retirado del puerto marítimo y de las industrias anexas, que siempre es una ventaja, por tanto, si en el malecón hay 70.000 m2, es muy fácil concluir que la expropiación podría costar alrededor de veinte millones de euros, mucho dinero, desde luego, pero, con todo y con eso, una cifra muy alejada de los cien millones que en su momento barajó la propiedad.
Por cierto, los defensores de lo «público y verde» podrían predicar con el ejemplo y convertir la parcela que hay detrás de Ciudadmar en un espacio para uso y disfrute de la ciudadanía, en lugar de venderla para que se construyan torres de pisos, que es lo que quieren hacer. Público ya es, falta hacerlo verde para cumplir ese eslogan. Evidentemente, no deja de ser contradictorio que disponiendo el Ayuntamiento de Sagunto de esa propiedad desde 2015, es decir, desde que gobierna el municipio la coalición progresista, primero con Francesc Fernández como alcalde y, desde 2019, con Darío Moreno, no se haya convertido ese terreno municipal en un espacio verde y, sin embargo, el malecón, que es privado, sí se reivindique «público y verde». Hay que ser coherentes, ¿no?
