Solo 4 días

Viernes, 10 Marzo 2023 21:08

¡He encontrado en Amazon un libro maravilloso! La semana laboral de 4 horas, un genial libro de autoayuda; demuestra que cualquiera puede construirse su propio modelo de trabajo, reduciendo drásticamente el horario y manteniendo o aumentando incluso su salario a partir de su propia especialización y posición laboral siempre que practique algunos de los consejos y enseñanzas del mencionado libro, como pueden ser, por ejemplo, el subcontratar parte de tu trabajo; o bien consiguiendo descuentos; o aprender a lanzar un producto al mercado sin tener que invertir; o utilizando un marketing adecuado; o haciéndote pasar por un experto en un tema; o aprender a viajar a cualquier parte del mundo por menos de 10 euros.

Todo el libro se basa en la “famosa” Ley de Pareto que demuestra que el 80% de resultados se pueden obtener con un solo 20% de acciones y sirve para descubrirnos que un buen espíritu de empresa es la mejor herramienta para conseguir un estilo de vida ideal y cambiar el mundo. ¡Y solo cuesta 17,10 euros!

No se trata de una broma: este libro existe de verdad y muchos otros parecidos, también. Y no tengo la menor duda de que el autor habrá encontrado por su parte la forma de vivir bien sin apenas trabajar, ni siquiera las cuatro horas que predica.

Sin embargo, no puedo evitar reconocer que eso de rebajar sustancialmente los tiempos de trabajo, seduce, vende. Ni siquiera un jubilado como yo, hace años fuera del mercado laboral, puede resistirse al influjo de una idea tan bonita, especialmente cuando esa idea para mí y para muchos no es nueva, cuando, desde otros principios y otros ángulos muy distintos, este viejo jubilado, partiendo de sus lecturas e ideas marxistas está convencido, desde siempre, que es posible implementar en cualquier sociedad avanzada horarios de trabajo reducidos y salarios generosos siempre que la Sociedad esté de acuerdo en que así sea. Para ello solo sería necesario una buena organización del trabajo y de la economía, un reparto de bienes más equitativo, dejando de mantener a un ejército de parados y personas aparcadas fuera del Sistema, haciendo que de verdad se ponga en marcha el sueño Socialista: Dé cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades. Esa sencilla idea llevada a la práctica, acabaría o mitigaría la desigualdad social, reduciría el estrés mejorando la salud física y mental, favoreciendo la conciliación y haría que la sociedad fuese más igualitaria.

Se trata de repartir. Repartir no solo el pan, sino también el trabajo, devolviendo a los parados la dignidad de no tener que vivir de subvenciones (o del aire) y dándoles, a los que trabajan, más tiempo libre y descanso. Esa idea, puesta en práctica ya por algunos emprendedores, parece ser que funciona.


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