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José Manuel Pedrós García

Tamames

Viernes, 17 Febrero 2023 21:07

Se comenta últimamente el giro drástico que ha dado el economista y político Ramón Tamames en su ideología: De ser uno de los principales miembros del Partido Comunista de España (ingresó en 1956), miembro asimismo del Comité Ejecutivo del PCE desde 1976, elegido diputado por Madrid en 1977 y 1979, fundar en 1984 la Federación Progresista, y participar en la creación de Izquierda Unida, de la que fue elegido diputado en 1986, tras toda esa trayectoria de izquierdas, ahora pasa a coquetear con Vox para defender una moción de censura contra Pedro Sánchez, pues el pasado 3 de febrero hizo público a Europa Press que estaría dispuesto a encabezar dicha moción de censura coordinada por Vox, algo que no sólo nos ha sorprendido a muchos, sino que incluso el propio Feijóo a tildado casi de escandaloso, y le ha instado a que desista de esa iniciativa.

En el camino, Tamames se ha ido escorando hacia posiciones menos progresistas y más conservadoras, sobre todo en materia económica (él mismo lo declaró así en una entrevista), hasta dejar prácticamente la política, para dedicarse a los negocios, aunque esto ya lo hicieron también muchos miembros del PSOE, evidenciando cuál era el verdadero interés que tenían al entrar en política.

José Luis Sampedro y Ramón Tamames fueron dos de los referentes más importantes en mi juventud, cuando era un simple estudiante de Económicas, y teníamos como libro de texto de Estructura Económica un volumen amplio de José Luis Sampedro y Rafael Martínez Cortiña, y algún otro libro de consulta del propio Ramón Tamames.

Sin embargo, Sampedro mantuvo hasta el final de sus días una coherencia extraordinaria en sus ideas, siendo un pensador, escritor y humanista fuera de serie —al que me gustaría parecerme—, que defendió una economía «más humana, más solidaria, y que fuera capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». Recuerdo una frase de él que me pareció muy interesante. Decía, más o menos, así: «Hay dos clases de economistas, los que trabajan para hacer más ricos a los ricos, y los que luchan para hacer menos pobres a los pobres. Yo soy de estos segundos». Suscribo esta frase por completo, porque yo pienso igual.

Entiendo que si estamos en esta vida no es para enriquecernos injustamente (o sólo para enriquecernos, aunque sea de una forma legal), incluso ni para hacerlo con cierta mesura. A fin de cuentas, toda la fortuna que amasemos la vamos a dejar aquí. Sin embargo, el mejor regalo que la vida nos puede hacer es el de contribuir a que haya una distribución de la riqueza más equitativa, y que los pobres, en efecto, lo sean cada vez menos.

Tamames, en cambio, no ha sido capaz de mantener esa coherencia de su juventud, evolucionando hacia posiciones menos comprometidas y menos solidarias, lo que se puede interpretar, no como una evolución, sino como todo lo contrario: un retroceso o una regresión. Y eso, desde luego, entiendo que no es plausible.

Los mitos se pueden mantener con el tiempo, pueden ir en aumento o se te pueden caer. A lo largo de nuestra vida, todos tenemos siempre (o podemos tener) unos referentes en los que nos vemos reflejados, en los que nos apoyamos, incluso a los que pretendemos imitar. En el caso de Ramón Tamames no puedo decir que sea así. Esto de estar dispuesto a encabezar una moción de censura coordinada por Vox, creo que es lo último que nos esperábamos muchos. A mí, desde luego, se me ha hundido por completo el mito.


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