Lo he explicado varias veces, pero lo haré nuevamente, más que nada, para centrar el asunto. El Ayuntamiento de Sagunto ha llegado a una situación límite que, para poder acometer inversiones, tiene que pedir dinero prestado, pues, con los ingresos reales que obtiene, le viene justo para atender los gastos del día a día municipal. Sin embargo, en 2020 y en 2021 cerró el ejercicio con ahorro negativo, que es como denominan ahora, eufemísticamente, a lo que de toda la vida ha sido déficit o números rojos. Al entran en esta situación por dos años consecutivos, la ley, razonablemente, ha castigado al consistorio y le ha prohibido que se endeudara más, como resultado de ello, no se han podido solicitar créditos en 2021 ni en 2022 por lo que muchas inversiones propias, la mayoría, se han quedado a la espera de financiación. La parte positiva de todo esto es que, al no pedir nuevos créditos, el endeudamiento municipal no se ha incrementado en 16 millones de euros, que era la cuantía a la que ascendían los dos préstamos que hubiera solicitado el municipio a la banca, en el caso de no impedirlo la ley. Claro que, debido a esa falta de financiación, no se han podido arreglar los baches y mucho menos acometer inversiones de más calado. El resultado es bastante palmario.

Aunque ya se daba por hecho en algunos círculos políticos que, ante la proximidad de las elecciones de mayo, el gobierno municipal iba a finalizar la legislatura con los presupuestos de 2022 prorrogados, seguramente porque hay votaciones, el tripartito ha sacado fuerzas de flaqueza y, aunque con retraso, ha presentado este pasado martes los presupuestos municipales para 2023. Estamos hablando de unas cuentas consistoriales que, sobre el papel, se elevan a unos 95 millones de euros. Cuando se cierre la liquidación del ejercicio se sabrá a ciencia cierta si han sido 95 millones o algunos menos. En todo caso, como la parte más gorda del presupuesto son habas contadas, está claro que es el capítulo de inversiones el que más interés reviste, pues en él se escribe lo que el gobierno municipal quiere acometer en este ejercicio.

Para empezar, de los quince millones de euros para estas actuaciones, 7,1 van por cuenta a préstamo, casi 3,9 procederán de otras administraciones y 3,6 irán con cargo a la venta de solares, es en este apartado donde el tripartito ha incluido aquellas actuaciones que menos le interesan, porque saben que se quedarán por el camino, como, por ejemplo, la zona de bajas emisiones, la cubierta del Pabellón José Veral, o una parte importante de la accesibilidad y adecuación de las vías públicas. La cuestión está muy clara, son muchos años de abandono, muchas las necesidades y pocos los dineros disponibles. No obstante, hablar de inversiones millonarias siempre ayudará en la campaña electoral, de cara a los comicios del 28 de mayo.