Este pueblo no tiene remedio. A finales del mandato 1999-2003 las fuerzas progresistas del municipio de Sagunto orquestaron una campaña en contra de la central de ciclo combinado y la planta regasificadora de Saggas. Aquí nos íbamos a morir todos de cáncer o algo peor si se montaban estas dos industrias. Estábamos, entonces, intentando poblar de empresas Parc Sagunt I y esta plataforma se opuso al polo energético que se proyectaba construir, precisamente, para atender las nuevas demandas de electricidad.

En la legislatura 2007-2011, el delegado del Gobierno de la Comunidad Valenciana en tiempos de Rodríguez Zapatero, Ricardo Peralta, se presentó un buen día en Sagunto con un proyecto para remodelar la fachada litoral del paseo marítimo y veinte millones de euros para financiarlo. Aquella iniciativa contemplaba un trasvase de arena de las playas del Puerto para las del norte y, además, incluía en el nuevo paseo marítimo el malecón de Sierra Menera, hoy de propiedad privada, con un aparcamiento subterráneo. No hace falta que les diga que en este pueblo se montó una oposición de signo muy variopinto que consiguió impedir que se ejecutara esta actuación. Ahora, doce años después de mandar aquel proyecto al cubo de la basura, el Ayuntamiento de Sagunto ha solicitado a Costas la concesión del paseo marítimo para acometer desde el municipio su remodelación, se habla de un coste inicial de 18 millones de euros, eso sí, el malecón, que ya es privado, se queda fuera.

En la legislatura 2015-2019 el tripartito municipal presidido por el nacionalista Francesc Fernández, estaba dispuesto a cerrar la cementera de Lafarge para salvar la montaña de Romeu. Nuevamente, se montó un frente para intentar, por tierra, mar y aire, conseguir que Lafarge echara el cierre, sacrificando los puestos de trabajo directos e indirectos que genera esta actividad. Como en este pueblo atamos los perros con longanizas y el que no trabaja es por que no quiere, qué más dará que haya una industria más o menos. Al final, lo hicieron tan mal que hasta el Tribunal Supremo no ha admitido a trámite el recurso contra la sentencia que anulaba el Paraje Natural de la montaña de Romeu.

Ahora llegan los de la Volkswagen para montar una gigafactoría en Parc Sagunt II, resulta que la planta fotovoltaica que se quiere construir en terrenos de Montíber tampoco es del agrado de este frente de oposición y eso que se trata de una instalación para producir una parte de la energía limpia que ha de consumir la planta de baterías y, de esta manera, reducir la huella de carbono, pero tampoco. Cómo ha cambiado el cuento, cuando los socialistas quisieron cerrar la fábrica, allá por 1983, casi le pegamos fuego al país para que esas chimeneas siguieran echando humo. Lo dicho, este pueblo no tiene remedio.