La pasada semana el Ayuntamiento de Sagunto presentó alegaciones contra la planta fotovoltaica que va unida a la megafactoría de Volkswagen. Estas alegaciones han generado un malestar innecesario, pues es por todos conocido que el uso de energías renovables y más concretamente esta planta de energía solar tenía que estar a un máximo de 10 kilómetros de la factoría, para ser considerada como autoconsumo de la planta.

La llegada de la mayor inversión industrial en la historia de España ha sido acogida con enorme entusiasmo por los ciudadanos de nuestro municipio, que no entienden las alegaciones del ayuntamiento de Sagunto. Es más, me temo que esas alegaciones podrían servirle a Compromís para la presentación de un contencioso que sería muy dañino para los intereses de nuestro pueblo.

Si el asunto resulta llamativo, la imagen del equipo de gobierno municipal es lamentable, pues en la foto de la concentración ante el presidente de la Generalitat que tuvo lugar hace cuatro días, había concejales de EU y Compromís. Sin embargo, el mayor culpable de la situación es el propio alcalde, puesto que no pone orden en ese gobierno cuyo pacto impulsó él mismo. Esto es otra muestra más del descontrol del ayuntamiento de Sagunto, cuya gestión es un auténtico desastre.

La Generalitat Valenciana se ha hecho cargo de los trámites para desarrollar Parc Sagunt II y tramitar la construcción de la megafactoría. Eso significa entre otras cosas que el Ayuntamiento de Sagunto no va a percibir ni un céntimo de los millones de euros en impuestos que supone esta enorme inversión. Como contrapartida la institución autonómica tiene que hacer las cosas en tiempo récord, aunque es verdad que de momento no se ha cumplido la primera promesa que hicieron, pues aseguraron que la factoría comenzaría las obras este mismo año; la nueva propuesta es que las obras comiencen en el primer trimestre de 2023, pero ya les anticipo que tampoco se cumplirá.

Las prisas de la Generalitat tropiezan con la torpeza del ayuntamiento de Sagunto, que, en lugar de resolver el tema de la planta fotovoltaica en un entorno de negociación, prefiere mostrar sus ganas de participar con esta rabieta que ha indignado, a tenor de sus declaraciones, al propio presidente Ximo Puig.

Sinceramente, el Ayuntamiento de Sagunto tiene un gobierno de pandereta, comandado por Darío Moreno, un bon xiquet, pero nada más. Espero que los ciudadanos se den cuenta de que hace falta mayor seriedad ante los desafíos que planean sobre nuestro territorio, pues tras las fotos y las bonitas palabras de nuestro alcalde, se esconde una gestión muy deficiente, hecho que queda acreditado por la forma de actuar con las alegaciones presentadas y, como es evidente, con el estado actual de las cuentas municipales y de nuestro pueblo… Quedan 6 meses para las elecciones…