El pasado miércoles asistí la jornada de puertas abiertas del edificio del museo industrial, que el ayuntamiento de Sagunto había organizado en un evento con claro tinte electoral. Ese edificio, antigua nave de efectos se ha abierto totalmente vacío de contenido, pues las piezas que deben llenar el museo están amontonadas desde hace años en unos contenedores. Los de IP acudimos a mostrar nuestro descontento ante lo que consideramos otra tomadura de pelo a los porteños. Así, un grupo de compañeros y compañeras de Iniciativa Porteña, abrimos una gran pancarta especialmente dirigida al alcalde de Sagunto, pero también a los concejales de EU, responsables del patrimonio industrial de El Puerto.

Esa misma tarde, me recordaron que muy pronto se cumplirá el 75 aniversario del colegio de Begoña. Allí cursé mis estudios de lo que se llamaba EGB. A partir del tercer curso, durante unos años, nuestro recreo estaba en otro recinto tan porteño como el Estadio Fornás. En aquel entonces, el terreno de juego estaba circunvalado por una pista de atletismo (una joya, pues fue de las primeras con las medidas reglamentarias). La grada estaba separada de esa pista por una valla de hierro. Y miren ustedes, recuerdo que, junto a esa valla, una de las pequeñas farolas de hierro que iluminaban ese espacio, al parecer estaba derivada. Éramos críos y como tales hacíamos chiquilladas. Para probar nuestra valentía nos agarrábamos a la valla y tocábamos la farola, con lo que recibíamos una descarga eléctrica que nos dejaba el rostro desencajado con las correspondientes carcajadas del resto de compañeros, que eran invitados a esa valiente acción.

Pues bien, volviendo al museo industrial, allí estaban algunos concejales y asesores del PSOE cuyas caras, cuando vieron a los de IP con la pancarta, me recordaron a las de los niños que recibían aquellas descargas eléctricas en el Fornás, incluso el alcalde, que nos tiene acostumbrados a sus discursos grandilocuentes, estuvo muy contenido y acortó de manera visible su intervención. Sinceramente creo que el comportamiento de Iniciativa Porteña esta legislatura ha sido muy cortés, quizá excesivamente con quienes tratan con tanto desprecio a nuestro pueblo.

Mi sensación es que, desde el Ayuntamiento de Sagunto, y más concretamente desde la Alcaldía, han subestimado a Iniciativa Porteña y nuestra capacidad para dar respuesta a la falta de respeto a nuestro patrimonio, a nuestra identidad y a nuestra historia, sí a todo lo nuestro. Esas cuestiones unidas al abandono al que han sometido a nuestro pueblo llevarán tras de sí la reacción de IP, pero espero que también se produzca una fuerte reacción de los porteños. Quedan seis meses de legislatura…