El día 29 de octubre pasado falleció a los 87 años Jerry Lee Lewis, pianista y cantante extraordinario, cuya vida estuvo salpicada de escándalos y cuyo éxito profesional sufrió una serie de altibajos, que no desmerecieron el apelativo de grande del rock.

Lewis nació en Ferriday, al este de Luisiana, en una familia muy pobre, y empezó a tocar el piano muy joven, junto con sus primos Mickey Gilley y Jimmy Swaggart, y debido al talento que mostraba en su infancia, sus padres hipotecaron la granja donde vivían para comprarle un piano. Influenciado por la música popular de los programas de radio de la época, empezó a mezclar varios estilos (country, rhythm and blues, boogie-woogie y gospel) para crear el suyo propio.

En los primeros años de su adolescencia empezó a ir a guetos negros para escuchar a los cantantes de blues, y el 29 de septiembre de 1949 hizo su primera aparición pública, en un espectáculo que montó la marca de automóviles Ford en su ciudad natal.

En 1952, con 16 años, contrajo matrimonio con Dorothy Barton, de 18. En aquella época, casarse tan temprana, era común en el sur de los Estados Unidos, pero en septiembre de ese mismo año, su madre, que no quería que su hijo fuera una estrella de algo que empezaba a llamarse «rock and roll», lo envió a un seminario de Texas para que interpretase sólo música religiosa. Sin embargo fue expulsado enseguida por versionar el tema My God is real en estilo boogie-woogie.

En 1953, sin haberse divorciado de su primera esposa, se casa con Jane Mitcham, que estaba embarazada del primer hijo de Lewis.

El 4 de diciembre de ese mismo año se produce un hecho histórico: En una sesión improvisada en la sede de la compañía discográfica, graba varios temas junto a Elvis Presley, Carl Perkins y Johnny Cash (el cuarteto del millón de dólares), aunque esa grabación no vio la luz hasta varias décadas después.

En el verano de 1958, Lewis era el músico de más éxito del momento, gracias a dos temas (Breathless y High School Confidential) que lograron encabezar las listas de éxitos. Pero su carrera sufrió, a finales de ese año, un tremendo batacazo, al conocerse un nuevo dato en su vida privada que escandalizó a la sociedad de la época: En 1956 viajó a Memphis y conoció a Myra Gale Brown, la hija de su primo, el bajista del grupo. Myra tenía 13 años y Jerry 22, motivo por el que ocultaron su matrimonio. (A mediados del siglo XX, aquello no era extraño, incluso si tomamos como ejemplo a Elvis, que con 24 años se casó con Priscilla, de sólo 14, aquel hecho podía parecer bastante normal, aunque no lo fuera el conocerse su condición de bígamo). Es decir, a los 22 años, Jerry iba ya por el tercer matrimonio, sin haberse divorciado aún del primero. Este hecho, y todos los miedos que el músico arrastraba, produjeron en su carrera un efecto decreciente.

En mayo de 1958, el ídolo musical prepara una gira por toda Gran Bretaña. En esta gira, la única condición de Jerry fue que su joven esposa adolescente le acompañara, pero sus representantes estaban inquietos y le pidieron que la chica se quedara con sus padres, y que terminara el colegio, pero Lewis no cedió a las presiones, y el día que se iniciaba el tour aterrizó en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, con su joven esposa.

Lewis estaba destinado a ser una de las primeras estrellas norteamericanas en triunfar en Inglaterra, pero aquello se convirtió en una pesadilla, pues cuando llegó a tierras inglesas dio una conferencia de prensa, y un reportero de prensa le preguntó quién era aquella chica. Contestó la propia Myra: «Soy su esposa». La prensa amarilla británica los machacó, y muchos organizadores rescindieron sus contratos, se quedó sin manager y Lewis tuvo que volver a los Estados Unidos. El cachet del músico bajó de diez mil dólares, por tocar, a 250, que era lo que podían pagar los bares de la época. Desaparecieron sus amigos, y Myra quedó marcada como la niña esposa de Jerry Lee Lewis.

Sin embargo, la historia de amor de Elvis con Priscilla no afectó negativamente a la carrera del Rey del Rock. Ya hemos apuntado que la diferencia de edad entre ellos era superior a la de Jerry con Myra, y esto provocó que Lewis comentara: «Elvis hizo lo mismo que yo, pero a escondidas».

Lewis, además de teclista y compositor, fue considerado como uno de los cantantes más influyentes del rock, uno de los pianistas más importantes del siglo XX y una seria alternativa a Elvis Presley; y aunque su popularidad decayó a finales de los cincuenta por algunos de los escándalos de su vida privada, resurgió de nuevo a mediados de los sesenta con varios éxitos notables en la música country.