Morder el polvo

Viernes, 05 Agosto 2022 21:08

El mes de agosto es inhábil a todos los efectos. El Ayuntamiento de Sagunto, que de normal va a ralentí, no hay más que ver los resultados, en julio y agosto se para. Es normal, hace mucho calor, estamos en fiestas y los ritmos se relajan todavía más. En nada vendrá septiembre y, con el nuevo curso político, enfilamos la recta final de este 2022. Habrá que esperar a ver cómo termina el proceso de la venta de solares municipales, con un descuento del 15%, porque los compradores siempre podrán pensar que, si se ha rebajado el precio en ese porcentaje, una vez abierto el melón, todavía se puede mejorar más la oferta, todo dependerá, lógicamente, de las necesidades de financiación que tenga el gobierno municipal, que son muchas, teniendo en cuenta la complicada situación económica por la que atraviesa.

No deja de ser curioso que ahora, cuando está subiendo el precio de la vivienda y los alquileres en el área de Sagunto, debido a las expectativas que ha levantado la futura gigafactoría del grupo Volkswagen, nuestro gobierno local haya tenido la ocurrencia de rebajar el precio de este patrimonio municipal que pone a la venta. Esta bajada de precios no responde, desde luego, a una lógica de mercado, más bien a la imperiosa necesidad de hacer caja, aunque sea malvendiendo los bienes públicos. Ni que decir tiene que, si el Ayuntamiento hubiera tenido pulmón económico para aguantar un par de años, seguramente, habría podido colocar esas parcelas sin necesidad de saldarlas.

La verdad es que la municipalidad de Sagunto viene trastabillando en política económica, por eso, al final, ha terminado mordiendo el polvo. Cerró 2020 con déficit, es verdad que fue un año difícil, el de la pandemia, pero hasta la Sindicatura de Cuentas nos ha señalado por liderar en 2020 la clasificación de los 33 ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que presentaron ahorro negativo. En 2021 el consistorio volvió a tropezar en la misma piedra, al clausurar el ejercicio con números rojos. Debido al déficit, esta hacienda local, que para hacer obras ya tiene que pedir dinero prestado, no pudo suscribir préstamo en 2021 ni en 2022. Con todas las opciones de financiación cerradas, solo le quedaba probar suerte con la venta de patrimonio para procurarse ingresos extras y poder salvar los muebles, haciendo algunas obras en la recta final del mandato, a unos meses de la campaña electoral.

Esta es la realidad pura y dura. La falta de recursos económicos durante los años 2021 y 2022 está impidiendo que se puedan desarrollar obras municipales propias ,y ahora, cuando las elecciones se echan encima, todo son prisas y atajos para intentar conseguir dinero fresco. Que pases un buen verano.


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Modificado por última vez en Viernes, 05 Agosto 2022 16:52

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