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Alejandro Mayordomo Buendía

Dilapidando

Lunes, 06 Junio 2022 12:33

Sí. Una más. Dilapidando esperanzas. Esperanzas puestas en quien llegó en 2015 a gestionar el segundo mayor presupuesto de una Conselleria: la de Educación (y añadidos). Gestionada por el tándem Marzá y Soler como parte de las cuotas repartidas en las componendas poselectorales, fruto de un triunfo de sumas favorecidas por años previos de ninguneos al sistema público de Educación-Enseñanza, presuntos saqueos, y hartazgos en la llamada ciudadanía. Todo favorecido por un viento favorable a nivel del Estado que, decían, superaba el bipartidismo vergonzante y ofrecía una nueva forma de hacer política, en donde lo público sería mimado con nuevos enfoques y medidas. Todo ello animó al electorado a taparse la nariz y facilitarles las cosas mediante el voto. Los distintos intereses y ambiciones se dieron cita y se conjugaron: los de los socialistas de Ximo Puig; los nacionalistas de Mónica Oltra; y los asaltadores de cielos de… ¿recuerdan ya el candidato? Listos todos. Se sumaron a la oportunidad.

En Educación, una de las promesas estrellas fue levantar alfombras en el castillo de la Avda. Campanar, pues el tinglado pepero de CIEGSA hacía sospechar… ¿En qué quedó aquello? Lo segundo fue vender la burra del afamado y mil veces referenciado en la propaganda “Plan Edificant”. Se prometía nuevos centros educativos modernos, sostenibles, climatizados, acogedores, con más cemento que arena; sin goteras. Se aseguraba que se iban a adecuar y adecentar los obsoletos. Era fácil llevar a cabo más y mejores dotaciones para la enseñanza pública de todos dado el deterioro a la que se vio sometida en legislaturas y gobiernos anteriores actuando en favor de la empresa concertada e incluso privada. Se vendió que, pese a la infrafinanciación denunciada de la CV, todo iba a ser posible: había pasta para gastar. Y si no la hubiere, la generarían mediante…bla, bla, bla.

Pronto se cumplirán ocho años de aquello. Ahora estamos en la incertidumbre de si repetirán, o incluso, vendrá algo peor. La esperanza de que venga “algo mejor”, para lo público y colectivo se me antoja “queda descartada”. El Puerto-Sagunto ha sido un ejemplo de todo ello. Campo abonado para el voto esperanzado y la experimentación. Anfiteatro ideal para anunciar promesas, reiterar propagandas de vez en cuando y pasear cargos mediante visitas, marear las perdices, generar noticias para el entretenimiento y el sometimiento con las fotos y portadas correspondientes. Hechos, pocos. Eso sí: se les ha ido sacando el rendimiento. Una vez más, la zanahoria delante del burro. El I.E.S. número 5; el parvulario de Joaquín…; el obsoleto de Eduardo…

Y ahora, sorpresa, malestar, lamentos, calificativos de chapuceros, malos gestores; improvisación, Conseller en huida; Consellera parche…Ahora toca “serenidad” y “seguridad”, declara el concejal Tarrazona. Y espera para constatar si el parón del I.E.S. 5 es por un lustro más; lo es como estrategia electoral de mayo de 2023, o es un regalito envenenado que dejan a quien pudiera reemplazarles en el Consell…, en…Desarmados los ejércitos de las comunidades educativas (y otras) no queda ni tiempo, ni espacio, ni voluntad para las “concentraciones y manifestaciones” que señala el concejal-director porteño. Bien que todos, en su día, corrieron a dar por buenas el asumir las competencias, los gastos y las responsabilidades que implicaban para los Ayuntamientos “la cosa” de las construcciones y reformas educativas. Un chantaje votado a favor sabiendo que la mentada Conselleria se quitaba obligaciones de en medio, y habría “palmeros bien callados” e instalados que correrían a trasladar el truco a sus ciudadanos distraídos y derrotados. De aquellos polvos engañabobos, estos lodos “transitorios” y Resoluciones invalidadas. La noche de San Juan está ahí. El final de otro curso fallido ¡Presente!


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