Así seguimos

Viernes, 03 Junio 2022 21:08

El 10 de marzo todo iba sobre ruedas y unas semanas después, el 26 de mayo, nos echan un jarro de agua fría con el inesperado retraso, uno más, en la puesta en marcha del Instituto de Educación Secundaria número 5, que no podrá estar listo para el curso escolar 22-23. Es verdad que, como llevan tanto tiempo esperándolo, un año más o menos parece irrelevante. Porque hay que hacer memoria para recordar aquella combativa comunidad educativa que salía a la calle para reivindicar la construcción del IES núm 5. No sé si se acuerdan ustedes de aquel eslogan tan pegadizo y popular: «uto, uto, uto, queremos instituto». Eran tiempos en los que gobernaba el PP y ya se sabe que cuando los conservadores ocupan los gobiernos, las fuerzas progresistas y sus organizaciones satélites, que las hay de toda índole, están mucho más proactivas. Luego, cuando mandan, se relajan.

En 2015 se celebraron nuevas elecciones que propiciaron el cambio de Gobierno aquí y allá. La Generalitat y el Ayuntamiento de Sagunto eran reconquistados por las fuerzas progresistas. A fecha de hoy han pasado ya siete años desde que Ximo Puig llegó a la Generalitat y si le añadimos todo lo que colea de atrás, que no es poco, ¿Cuántos años tendrán que pasar para que se ponga en marcha el nuevo instituto? Esto es verdaderamente inaudito. Entretanto, el alumnado del núcleo porteño es el que viene pagando los platos rotos de tanta inoperancia.

Cuando se construyó el primer instituto en el municipio de Sagunto, que fue el Camp de Morvedre, a él asistían alumnos de Sagunto y el Puerto, como solo había uno, no quedaba otra. Pero luego se construyó el Clot del Moro, de esta manera el alumnado saguntino no tenía que cruzar las vías, que siempre es un peligro, y los porteños siguieron desplazándose fuera del casco urbano, hasta el Camp de Morvedre, para asistir a clase. Por lo visto, con esta experiencia tan nefasta no hubo bastante, pues algún mandamás del momento tuvo la ocurrencia de construir el Jorge Juan a donde Cristo perdió el gorro. Es más, cuando se levantó de nueva planta el Camp de Morvedre, se hizo en el mismo solar, en lugar de buscar una ubicación más cercana al alumnado.

Estas decisiones son tan poco acertadas porque se tomaron en base a criterios ideológicos y no de eficacia, que es lo que se espera de los gestores públicos honestos. Pensaban que rellenando con edificios los terrenos situados entre Sagunto y el Puerto, ahí está también Bajo Vías, se fortalecería la unidad en el municipio. Les daba miedo la segregación. Muy poco les importaba el quebranto que ocasionaban al alumnado, en este caso del Puerto, obligándole a desplazarse todos los días fuera del casco urbano. Así seguimos.


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Modificado por última vez en Sábado, 04 Junio 2022 01:10
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