Marzà y su “mazá”

Lunes, 16 Mayo 2022 13:43

Lo reconozco: no puedo ser objetivo con Marzà (Vicent). Nunca lo seré. Tampoco son Soler (Miguel). Nunca lo vamos a saber, pero cualquier ejecutado, jamás, jamás, podría serlo con su verdugo. Sí, verdugo. Verdugo profesional en este caso, se entiende. Por eso digo que no puedo ser nunca objetivo, ni siquiera intentándolo. Y ahora que “dice” que lo deja (desde hace unos días ya no es Conseller de Deseducación, Cultura Sectaria y Deportes varios. Lo de menos es que haya sido, y lo siga siendo, proPaïsos Catalans, pequeño, cabezón y peludo.

Sin duda, méritos los habrá cosechado en estos siete años de mandato, manejando el segundo mayor presupuesto del Consell de Ximo Puig; una cantidad que no fue moco de pavo. Sobre todo para sus correligionarios, tanto nacionalistas como educativos, por lo que de “teta” significa. Ni de coña, contando con el apoyo electoral obtenido, hubiese llegado a tan codiciada plaza (y más para el mundo nacionalista, educativo progre, y de la cultura pro-sectaria y de amigos/as). La necesidad del de Morella y su partido de intercambiar cromos para llegar a palacio implicaba “ceder” plazas a alguien predispuesto y necesitado. Ahí está la razón (como la de que Ribó llegara a alcalde de Valéncia). Simple reparto de conveniencias políticas. Lo prometido, impunemente, sin notario y sin nadie que obligue a dar cuentas de los cumplimientos, o no, hace todo los demás. Ahora, “dice” que se va. Nunca sabremos los trasfondos de los partidos (y menos gobernantes), que generan, junto a los egos y los cálculos electorales, decisiones que estos días nos venden pautadamente.

Si creó expectativas en 2015 dado el contexto político y social algo más ilusionante y limpio que el precedente, pronto, muy pronto, iba a dejar ver los forros y entretelas de lo que nos esperaba. Personalmente, sobre mi persona, como maestro de infantil en el Puerto de Sagunto, actuó rápido: lo que el Partido Popular en mandato no había conseguido a expediente disciplinario por año, en el primer otoño de su gestión se encargó él, como responsable administrativo último, de rematarlo. Mi primera columna, entonces Blog, en este medio, allá por 2013, cuestionaba los llamados “Contratos Programas”, una de tantas ocurrencias y humaredas de los “populares” en plaza, sus cargos e inspectores/as, sus direcciones digitales, y muchos de sus vasallos/as funcionarios/as docentes. Nunca se atrevieron a tanto como lo hizo él y su progresía. Si bien los expedientes los abrieron los anteriores por las ganas que me profesaban, efectuado el cambio, y subidos ya a las almenas del castillo de la Avda. Campanar, pasaron de un “premio pepero” propuesto de seis meses sin sueldo y empleo, a tres años (ejecutable administrativamente). Una ejecución en toda regla. ¡YO! había “desobedecido” y “había causado un perjuicio” al usuario del sistema público de educación. Todas aquellas y aquellas se iban de rositas en aquel colegio público del que no quiero ni nombrar. Sin duda, por mi parte llevaba años poniendo sobre la mesa algo incómodo para todos ellos y ellas (y eso que fui comedido...y visto con perspectiva, gilipoyas o gilipollas).

La primera decepción fue no ver levantadas las alfombras de palacio en la etapa educativa anterior. O estaban especulando-mintiendo, o al entrar, visto el pastel, callaron. A partir de ahí…En la siguiente Primavera dejaron patente su fracaso y su intenciones: anagramas de patrocinadores privados por todo el cartel. Caos lingüístico sin precedentes. Desbarajuste y desorientación normativa. Liquidación de conquistas. Complicidad con las decisiones del Estado para complacer a los negocios en los centros públicos. Intención de dividir con el tipo de Jornada. Mantenimiento de un % de interinaje en la plantilla docente que ni por asombro se acercó al 8% recomendado (¡menudo sindicalisto!). Servicios psicopedagógicos, al garete. El Plan Edificant…

¿Que invirtieron más que “los otros” y no se llevarán ná; y Marzà no se lleva a su nuevo destino ni el marco de la foto que le regalaron, nada que no fuese suyo? ¡Sólo faltaría! Pero nos libramos de su mazá” nacionalista y sectarismo (aunque agárrate que vienen curvas con la sustituta a su paso por la alcaldía de Sueca).


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