Periodismo

Viernes, 13 Mayo 2022 21:07

Hay una frase, atribuida a George Orwell, que dice: «Periodismo es publicar aquello que alguien no quiere que publiques, todo lo demás son relaciones públicas». No voy a entrar a discutir la frase de Orwell, pero cuando un determinado poder, político, religioso, judicial o social, amenaza o intimida a alguien para que no publique determinado artículo, o cuando se ha publicado un libro ordena la retirada de ejemplares o su destrucción, hemos de pensar que por algo será, y ese algo puede que esconda alguna artimaña o alguna maniobra censurable.

Hay muchos periodistas que se deben a una ideología concreta, y sus artículos están sujetos a esa ideología, que incluso a menudo financia sus nóminas de una forma generosa; pero esto no creo que debamos considerarlo periodismo, porque el periodista debe ser, ante todo, totalmente imparcial. Sé que esto es difícil de conseguir, pero cuando se opina sobre algo, se debe hacer sobre aquello que se considera estimable, venga de donde venga, sin tener en cuenta para nada que esa crítica sea hacia aquellos que más se tiene en consideración o no.

Por otra parte, cuando expresamos alguna opinión concreta, debemos hacerla teniendo suficiente conocimiento de causa sobre aquello de lo que se habla, y esto a menudo no es así, pues influyen más nuestros gustos personales, nuestra inquietud política o social, nuestra ideología o nuestra particular visión de las cosas, que todo aquello que es verificable o constatable, como debería ser.

Siempre se ha dicho que la historia la escriben aquellos que ganan las batallas, pues con el periodismo pasa algo similar, a menudo lo escriben aquellos que reciben algo de esos que quieren que alaben su gesta o que reprochen aquello que hacen los que no son de su onda.

Todos hemos de ser respetuosos con las opiniones, con las ideas ajenas y con los ciudadanos en general, pero al mismo tiempo hemos de ser críticos con todo aquello que no se defiende desde una posición democrática, en eso, estimo, debe consistir la democracia.

En estos tiempos, en los que tanta falsedad existe en todos los medios (y los medios de comunicación son algo muy importante, que pueden llegar incluso a manejar la opinión pública), es necesario contrastar las fuentes de las que disponemos para conseguir un periodismo independiente y veraz.

Sabemos que tanto el gobierno como la oposición ejercen una presión importante, inquietante e interesada sobre los medios de comunicación, con un único fin partidista, y de eso debe huir el periodismo. La libertad de expresión y de información no deberían ser impuestas o forzadas, como tampoco deberían ser dulcificadas desde ningún poder, porque la verdad no debe perder nunca el combate frente a la manipulación oficial. Hemos de separar ese poder político que gobierna, o ha gobernado, que no hace bien las cosas y que se dedica a publicar fake news como si fueran las verdades más incuestionables, y apostar con todas nuestras fuerzas por la libertad que encarna el periodismo independiente y sincero. Sólo de esa manera podremos decir que nos encontramos en un país que aspira a ser realmente democrático.


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