Culpabilidad

Lunes, 02 Mayo 2022 11:39

A veces buscamos fuera lo que tenemos dentro. Lo que publica el New York Times, El País y demás, cuando en EL ECONÓMICO podemos encontrar explicaciones interesantes desde el punto de vista de poder informarse, empaparse de argumentos, de visiones, de opiniones, sobre lo que acontece en el mundo, en el Estado, en la Comunidad y, sobre todo, en el mundo porteño-saguntino. Eso es lo que me ocurrió con la penúltima edición semanal (1.129) de este Medio digital y comarcal.

Jaime Goig Torres, analista político (y para mí, el concejal porteño que más se preocupó por los centros educativos saguntinos cuando ejerció de tal), nos ilustra, tal cual, quién era, y es, Volodímir Zelenski, contándonos “cómo se las gastaba” en su día el actor devenido en Presidente de Ucrania, el cual ha sido capaz de colarse en el Parlamento del Estado Español para ser escuchado y aplaudido en pie por nuestros representantes obedientes del amigo americano, instrumento (como ellos) del poder económico en la sombra, en forma de oligarcas financieros, fondos, conglomerados, grupos de presión. Un Zelenski mamando de “lo ruso” y reconvertido ahora en nacionalista ucraniano; perseguidor de comunistas, sindicalistas y opositores, de partidos ilegalizados; creador de batallones sanguinarios para la limpieza étnica e ideológica, y demás tropelías. ¡Qué vergüenza de parlamentarismo patrio, dándole voz, aplaudiendo a rabiar a un fascista en toda su extensión, lavándole la cara! Como señala Goig, “Bienvenidos al nuevo orden mundial: la democracia a la ucraniana”. Merece la pena releerlo.

Ignacio Belzunces Muñoz, quien dirige este barco (bajo la atenta mirada de su perrita siempre atenta debajo de la mesa) nos advierte que “Al final, lo que no pagas a la entrada, lo abonan a la salida”, refiriéndose a los Ayuntamientos; esa Administración cajón desastre, usada para beneficio propio por los jefes de los partidos en administraciones “superiores”, a los cuales les van endosando cada vez más “competencias” que deben asumir si sus alcaldes quieren repetir en la lista; pero pan, poquito. Y siempre, siempre, guardándose, en cláusula en letra pequeña, la potestad de la última palabra. Al final, “si gastas más de lo que ingresas, entras en déficit”_como bien señala Nacho_. En déficit, “o ahorro negativo”. Los efectos o consecuencias saltan a la vista leyendo noticias en este tabloide digital.

Las columnas de Miguel Álvarez Lozano son de lo primero que leo cada semana en EL ECONÓMICO. La penúltima me resultó muy interesante; y el último párrafo, valiente. Atreverse a advertirnos (y restregarnos) suavemente, que vivir queriendo imitar a la avestruz (ante la deriva de este mundo mundial, estatal, regional o local, así lo he entendido yo) puede hacernos “corresponsables de lo bueno y lo malo que nos acontezca” (oportuna y seria advertencia, que comparto). Nos remata la jugada llamándonos la atención sobre que, por todo ello, podemos llegar a ser CUL-PA-BLES; sentirnos culpables, ser señalados como culpables. Y es que “sufrir abusos como borregos” puede ser muy duro de leer, pero muy interesante para encontrar explicaciones, y reaccionar. Hay motivos más que suficientes para esa reacción. Porque de lo contrario, repetir lo mismo y seguir actuando igual, irremediablemente seremos al mismo tiempo, víctimas y culpables sobre nosotros mismos.


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