Ocho años

Viernes, 29 Abril 2022 21:09

Estos días de fiesta he aprovechado para ir a pasear con mi perra Lola, que así se llama el can. Una tarde fui a dar una vuelta por el delta del río y al entrar por el sendero azul me crucé con una pareja que salía quejándose de que en toda aquella zona no hubiera disponible un aseo público. A mitad de camino, entre el Puerto y Canet, Lola se puso a hacer sus cosas, así que cogí una bolsa y recogí el excremento. Hasta entonces no me había dado cuenta de que no hay ni una sola papelera en todo el recorrido del sendero azul. Ya se lo pueden imaginar, hasta que no regresé a la zona del paseo marítimo, no encontré la primera papelera donde depositar las cacas de la perra. No sé si es que estas cosas no se piensan cuando se diseñan los proyectos o qué es lo que pasa, pero hay algunas carencias que son realmente incomprensibles.

Dotar de estos servicios a zonas tan transitadas como, por ejemplo, el sendero azul, no hubiera supuesto un sobrecoste muy elevado en el montante final de esta actuación y, sin embargo, le habría proporcionado un plus del que ahora carece. Aspectos de este tipo son los que mejoran la imagen del municipio, aunque si tenemos en cuenta que hasta hace nada no estaba en marcha el centro de visitantes del castillo de Sagunto y tampoco se disponía en este monumento de aseo público, no debe de sorprendernos que los nuevos proyectos adolezcan de los mismos defectos.

Para los que son amigos de los números, piensen que el Ayuntamiento de Sagunto, entre impuestos, tasas y las aportaciones que recibe de otras administraciones, puede manejar en esta legislatura, es decir, de 2019 a 2023, unos 275 millones de euros, a razón de unos 68,3 millones de media por ejercicio. Estamos hablando de muchísimo dinero. Ahora, que cada ciudadano de Sagunto, del Puerto, de Baladre o de Almardà, piense en cómo se atienden las carencias de su zona, porque dinero sí que hay, cuestión distinta es cómo y en qué se gaste.

En el pasado mandato, el anterior alcalde, Francesc Fernández, se quejaba de que las legislaturas de cuatro años eras cortas, pues bien, en mayo de 2023 se habrán cumplido ya los ocho primeros años de gobierno progresista en el municipio, primero con alcalde de Compromís y desde 2019 con Darío Moreno, del PSOE. Ocho años es mucho tiempo, pero por lo que estamos viendo harán falta doce, incluso dieciséis, para que se noten un poco más los avances, aunque ya les adelanto que si para hacer inversiones municipales hay que pedir dinero prestado, como es el caso, el adelanto será más bien escaso. Es lo que hay.


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Modificado por última vez en Sábado, 30 Abril 2022 18:52

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