Es como si, personalmente, estuviese abonado “a bailar con el más feo” (admítanme la expresión). No sé cómo me las arreglo. Cuando hay unanimidad, me sale la vena contestataria, de divergencia, de abonarme al negativismo sea político, social o económico (o al conjunto de los tres, por interrelación). Es como si estuviese aficionado a lo negativo (ahora toca llamarle “doomscrolling”: sucesión de fenómenos negativos en la sociedad; sobre todo en la red, frente a las pantallas). Y no. Suelo leer en papel, y allí, los titulares copan, en sentido más que positivo la actualidad valenciana, comarcal o local. Así, la factoría VW…; el Gobierno se reúne con Ford para su…; El Gobierno da vía libre a la ampliación del Puerto de Valencia…”.
La quincena pasada no pude acercarme a esta Columna. Había hecho un seguimiento sobre “EL NOTICIÓN” de la instalación en EL PUERTO (DE SAGUNTO) de un “maná” impensable solo hace unos meses y, como consecuencia, de anuncios precedentes por el que le lloverían al Estado 140 mil millones en forma de billetes “concedidos” por la UE para…bla, bla, y bla. Pues nada, que la VW se nos instalará en Parc Sagunt II, con una tramitación “exprés” para expropiar en beneficio de terceros, y “lo que haga falta” (“PIE”, y au; ¡qué coño concurso público!). El “ beneficio” está por materializarse (de aquí a entonces puede ocurrir una explosión nuclear que nos entre por la Grau Vell y nos coja con el culo en pompa). La trágala y el chantaje, ante la necesidad que se nos impone, siempre es el mismo: si quieres tres mil puestos de trabajo (supuestos) en la Comarca, traga; que se está muy necesitado de curro con el que ganar para gastar, consumiendo hasta esquilmar la vida en/del Planeta. Apunté entre pitos y flautas “tres mil millones” de inversión” ¿puede ser? Y bla…, bla… y bla. ¿Quién lo sabe a ciencia cierta?
Tenemos anuncio de postín de Ximo Puig y su Consell, pero de la transparencia ¿qué? Todo ello para la instalación de una “GIGAFACTORÍA” de baterías para vehículos eléctricos. ¿Acaso se es consciente de lo que eso puede significar? ¿Se adentran en explicar las posibles consecuencias para el Planeta? ¿Para las materias primas y minerales? ¿Para la geoestrategia política hacia países terceros? ¿Para las arcas y bolsillos de los ciudadanos? ¿Para los servicios que nos prestan? ¿Será pan que se van a llevar unos cuantos y que, en nada, y, cuando les interese, nos van a dejar el hambre, un erial, un fantasma como tantos otros precedentes? De momento hay “agoreros” que hablan de “inconstitucional” lo que se pretende con los terrenos. No concretan cuánto pone cada parte realmente. Nada quiere saber sobre la hipoteca que dejaremos a generaciones futuras. Se tapa uno los ojos para no querer saber de dónde, de qué países se extraerán los minerales para… Ni a qué coste de dominio, conquista, guerras… ¿Y a dónde irán los residuos de la fabricación y consumo de materiales que lleva una batería? ¿Y qué Bienes y Servicios Públicos se ponen en la trágala al servicio de unas siglas “gigagigantes” con un pasado pro-nazi deplorable; alguna estafa contaminante, y multa. Con una capital del no se sabe realmente la procedencia, y ni se sabe si es real o ficticio. Preguntas con enjundia.
Casi todos los pronunciamientos son favorables. Todo el mundo del espectro social en la Comarca aplaude tocando palmas. No hay voz discrepante/discordante que valga. “Tonto el último” pareciera ser el lema. “Tomemos posiciones” para el reparto de beneficios. Bueno, ya veremos. Los agoreros estamos para algo. El Colapso, el Decrecimiento necesario, la Salud del Planeta, el planear de los Buitres Financieros, está ahí. Con sus efectos, aterran. Quizá porque es inevitable hacer “doomsurfing”. Se hace necesario ir a fuentes que se salen del guión marcado. ¿VW? De entrada, NO GRACIAS.
