Pintar ingresos

Viernes, 01 Abril 2022 21:07

Ayer jueves, con tres meses de retraso, se aprobó el presupuesto municipal 2022. Ya sabemos que este año no podrán pedir préstamos para financiar las inversiones municipales porque la liquidación del presupuesto de 2021 se ha cerrado con déficit, pero, tranquilidad, esperan poder costear estas actuaciones con los 6,5 millones de ingresos que han ‘pintado’ en las cuentas consistoriales de este año por la venta de solares. Este proceder, aproximadamente, es como hacerse trampas al solitario, porque, desde el alcalde hasta el concejal de Hacienda, pasando por todos los miembros del gobierno tripartito, saben que históricamente nunca se han cumplido ni en una mínima parte las previsiones de ingresos por la enajenación de estos bienes inmuebles.

La cuestión es muy sencilla, una cosa es el valor de tasación y otra el mercantil. Cuando se oferta por encima del precio de mercado, nadie compra. Así ha venido ocurriendo y no hay nada, por ahora, que vaticine algún cambio. Por tanto, la conclusión está clara, como no se vendan los solares, todas las inversiones municipales asociadas a esos 6,5 millones de euros que se esperan recaudar por ese concepto, se quedarán sin ejecutar, es decir, sería el segundo año consecutivo sin posibilidad de sufragar nuevas actuaciones, pues en 2021 ya no se pudo pedir el préstamo de 7,5 millones de euros para este menester, porque el presupuesto de 2020 también se cerró con déficit.

A partir de aquí se pueden extraer varias conclusiones, por un lado, que durante 2020 y 2021 la gestión económica municipal ha generado déficit o ahorro negativo, por otro, que para acometer inversiones es necesario ir al banco a pedir dinero prestado, pero, al producirse déficit, tampoco se puede porque la ley te castiga por ser un manirroto, impidiendo que te endeudes. El que haya que recurrir a los préstamos para financiar las inversiones municipales ya es un mal síntoma, porque demuestra que con los ingresos corrientes que el Ayuntamiento percibe por tasas, impuestos y transferencias de otras administraciones, no tiene bastante. Ello es debido a que el gasto corriente y el de personal se ha disparado mucho. Por otro lado, si no se hacen obras porque no se pueden pedir créditos, el deterioro del municipio se extiende y avanza y si se tienen que costear con más deuda, el final ya se sabe cuál será. Así estas las cosas.

Por cierto, el pasado 31 de enero, de prisa y corriendo, se cesó al director general de la SAG. Ayer se cumplieron dos meses desde que se tomara esa decisión, aunque, después de tantas prisas, el puesto sigue vacante 60 días después. Es lógico, cuanto antes se nombre al nuevo, antes se evidenciará que el anterior gerente no era el problema. Veremos.


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