Algo extraño ocurre en este pueblo llamado Puerto de Sagunto. Estoy a punto de creer, a estas alturas, que las malas artes de “La Mano Negra” en realidad existen, que no es cosa de la literatura gore o negra.
Esto viene a cuento de las noticias que nos llegan del proyecto para realizar, en el antiguo Economato de la antigua siderúrgica, un Centro de Día y CEAM. Cuatro años hace que una comisión de usuarios creadas al efecto, inició una reclamación a distintas autoridades Municipales y de la Generalitat a fin de señalar en primer lugar que el viejo CEAM se ha quedado muy pequeño para atender la creciente demanda de servicios actual y a las de un futuro inmediato. Esta necesidad es tan evidente que, hasta la fecha, nadie ha osado discutirla. De ahí a que el vecino local, hoy abandonado, del Economato fuese el candidato a futuro CEAM solo había un paso. A la vista de todos es la solución más evidente. Años atrás, la Consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, dio el visto bueno a dicha aspiración y prometió hacerla suya.
Como el tiempo pasaba y los usuarios del actual CEAM se empezaban a poner nerviosos, presionaron y consiguieron que el Ayuntamiento realizase y pagase el proyecto, a fin de ponerle una alfombra a la Conselleria que facilitase la llegada de los 3,7 millones calculados para acometer y finalizar dicha obra. A la vista de que el tiempo seguía pasando y aquí nada se movía, alguien sugirió que había un problema de tipo administrativo: la Conselleria no veía claro construir en el edificio del antiguo Economato porque procedía de la Fábrica. (¿)
Para solventar de una vez la cuestión, asesorados de que si el edificio se pusiese a nombre de la Conselleria se simplificarían los trámites, el Ayuntamiento realizó el consabido traspaso de la titularidad del inmueble a la Generalitat. Con esto, más el proyecto constructivo ya realizado (y pagado) más la palabra de Mónica Oltra, la cosa quedaba clara, solo era cuestión de esperar la próxima asignación de fondos al proyecto de Centro de Día y CEAM. Cuando, recientemente, se asignan los fondos llega la sorpresa: según el director general encargado de asignar dichos fondos y las obras, él declara estar atado de pies y manos porque, según propia normativa, no puede asignar dicha obra debido a que el edificio es propiedad de la Conselleria... ¿Qué? ¿Nos toman el pelo?... ¿Es posible tanto cachondeo? Por lo visto sí.
Así que, si el diablo no lo impide, el solicitado CEAM tiene la pinta de que pasará al nutrido grupo de proyectos fantasmas porteños: la Ciudad del Teatro, un Horno Alto visitable, una Gerencia rehabilitada y en uso, el Pabellón Deportivo inacabado, el Museo Industrial…
