Los cristianos, desde siempre, andan muy divididos, por eso existen tantas sectas. Una de las más importantes, la Católica, desde que hace 72 años Pio XII declaró dogma de fe la Asunción de la Virgen, vienen obligados a creer, entre otras cosas, que la dicha señora nunca murió y que está por ahí, por los cielos, en cuerpo y alma. Nos enseñaron que los espíritus de los muertos de primera categoría van al Cielo, a pasárselo bien; pero no qué pasa con un cuerpo físico solitario vagando por los cielos, (con minúsculas) si andará deambulando esclatat por el espacio, o, si se ha asentado en algún planeta aburrido a esperar el final de los tiempos. Al resto del mundo mundial este cuento nos la trae floja, sin embargo, la NOTICIA es, que, a partir de ya, esta dicha señora será, per ordre del l’alcalde, nuestra Patrona… ¿Qué? ¿Cómo te has quedado?
No creo en brujerías, pero sí en cangrejos, y, asombrado me tienen de cómo van p`atrás. Intento escribir en tono desenfadado, conteniendo la indignación; no quisiera faltar al debido respeto a nadie, aunque munícipes haya que no merezcan dicho respeto.
Lo peor de todo es que no son los católicos, en este caso, los que más ofendan. Me consta que ellos, desde sus creencias, su fe… y sus malas costumbres, no son demasiado conscientes de lo que esto molesta al resto de sus conciudadanos. Esto último no les exculpa, pero sí puede explicar, en parte, su falta de respeto. Quien realmente ofende es NUESTRO PROPIO Ayto. (especialmente ese alcalde del PSOE) que nos receta una rueda de molino y espera que nos la traguemos.
Precisamente por no creer en milagros, nadie esperaba que, en un pleno dedicado a este tema, Vox, PP, Ciudadanos… ni siquiera IP (que tan buenos porteños son) votasen contra “su Virgen”; pero no deja de ser curioso, aunque no sorprendente, que el PSOE, sabiendo que su abstención les daba la victoria a los virginistas se pusiese de perfil. Por desgracia, ya conocemos el paño.
Circula por el pueblo, de móvil en móvil, un vídeo con la vergonzosa intervención del alcalde, intentando “justificar” en el pleno la abstención de su grupo. Basa su argumentación en que el Ayuntamiento, a la Iglesia, “no tiene que indicarle qué es lo que debería o no debería hacer”, un burdo truco de demagogia barata para escamotear la verdad. El tema iba de todo lo contrario: los feligreses de Begoña solicitaban un nombramiento para su virgen, dicho lo cual, eran estos los que le estaban diciendo al Ayuntamiento lo que tenía que hacer.
Así, resulta, que después de referirse a la ACONFESIONALIDAD del Estado y reconocer que el Ayto se declara LAICO, su grupo se abstuvo, ¡¡¡por coherencia!!!
