Allá por el mes de octubre, un destacado miembro del Gobierno de Sagunto, del PSOE por más señas, me dijo, ufano y sonriente, que la oposición era bastante floja. Esta misma semana, otro componente del tripartito también destacaba las muestras de agotamiento de los partidos opositores. La verdad es que el equipo de gobierno tampoco está para tirar muchos cohetes, después de agotar 2021 sin aprobar los presupuestos municipales de 2022, pero sí, los grupos políticos de la oposición van un poco al ralentí, lluvia fina lo llaman algunos. Una legislatura de cuatro años siempre es muy corta para los que gobiernan y extremadamente larga para los que calientas la bancada opositora, así que, ante una travesía del desierto tan inhóspita, con tan pocos alicientes, todos reservan sus fuerzas para la recta final, ya muy próxima. En mayo de 2023 celebraremos unas nuevas elecciones municipales a pulmón, sin motivaciones adicionales, pues, en esta ocasión, no irán acompañadas de las autonómicas que, como fueron adelantadas, se convocarán para abril. Eso ya está ahí.

Hasta ahora, los partidos políticos de la oposición, en esa acción de baja intensidad, se han dedicado principalmente a, digamos, usurpar el papel de las asociaciones de vecinos que, visto lo visto, ni están ni se les espera. Han denunciado una y cien veces los baches, la suciedad, los solares abandonados, en definitiva, cuestiones que, tradicionalmente, venía realizando el movimiento vecinal, que, a decir verdad, también es mucho más proactivo cuando gobierna la derecha, languideciendo en los periodos donde la progresía asume la gestión de las instituciones. Nada nuevo bajo el sol.

Aunque hay partidos que ya llevan muchos meses en modo electoral, la verdadera animación vendrá ahora, en cuestión de pocas semanas, porque todos van a echar el resto en esta carrera hacia las elecciones de 2023. Todavía falta año y medio, poco más o menos, para el día de las votaciones, pero lo que no se ha hecho ya, va a ser difícil que se ejecute, eso lo saben muy bien los más veteranos. Es verdad que la COVID va a venir de maravilla para justificar los fracasos, retrasos, incumplimientos, o malas gestiones, que de todo hay en la viña del señor. Con la capa del coronavirus se taparán todas las deficiencias, todos los errores, otra cosa distinta es que la ciudadanía esté dispuesta a comprar ese discurso.

Dándose una vuelta por cualquier parte del municipio, podremos ver cómo está Sagunto y el Puerto y Almardà. Que cada cual saque sus propias conclusiones, más allá de los discursos políticos interesados, que aquí también hay mucho vendedor de crecepelo. En definitiva, en este 2022 recién inaugurado enfilamos la recta final de la legislatura inaugurada en 2019. Atentos.