Imprimir esta página
Miguel Álvarez Lozano

Pandemia

Viernes, 17 Diciembre 2021 21:08

Este siglo nos ha llegado cargado de problemas de muy difícil solución. En el mismo ya entramos provistos de la pandemia del neoliberalismo que, según autores, es más perniciosa, si cabe, que la del fascismo.

Otra pandemia que nos afecta cada día más es la del Calentamiento Global, motor de un Cambio Climático que se supone afectará gravemente al mundo. No se sabe bien cómo, desigualmente, pero todo hace temer que, probablemente, los países mediterráneos seremos de los más afectados. El pasado verano tuvimos un nuevo record: 38º en el Círculo Polar Ártico.

Todo esto acompañado de una vieja pandemia que crece y crece y que no parará mientras no acabemos con el neoliberalismo: la desigualdad. Esta ha conseguido dejar fuera del sistema y en la penuria más extrema, también con cifras record, a cientos y cientos de millones de seres humanos.

Entre estas últimas pandemias, está la del Covid, menos agresiva y más fácil de combatir que las anteriores, que sirve para evidenciar lo mal preparados que estamos los humanos en cuanto a unidad de acción y coordinación para enfrentar los problemas de índole general. Sirve para que volvamos a vivir cómo la Organización Mundial de la Salud, (OMS), el organismo que tendría que organizar las campañas sanitarias mundiales ante cualquier clase de pandemias, es incapaz de cumplir su función, en primer lugar, por falta de medios y, en segundo lugar, porque cada país va a la suya y no permiten que nadie los coordine. Así nos va.

Nos han acostumbrado a que cuando hay un problema del tipo que sea, se reúna el G20 (marginando descaradamente a la ONU) para, desde dicho organismo, llegar siempre a acuerdos pobres y relativistas que, además, luego no cumplen. En este sentido, hay que decir que el Gobierno de España, el gobierno comunista, bolivariano y filoetarra, según algunos, se ha comprometido a colaborar con el Mecanismo COVAX, creado para luchar contra la pandemia, entregando 22,5 millones de vacunas para el Tercer Mundo. De momento ya ha entregado 6 millones en Latinoamérica. ¿Y EEUU, el país más rico y de la libertad? ¿Cuántos?

Mientras, nadie escucha a Amnistía Internacional que interpela a las grandes naciones con dos ideas fundamentales: Que las pandemias o se combaten a nivel mundial, o, por lo contrario, lo que puedas hacer por tu cuenta y riesgo no sirve para nada, y, la otra es que, en estas ocasiones es cuando es más preciso mostrar la poca o mucha solidaridad que se les debe a los países más empobrecidos. Amnistía solicita de los países desarrollados que el 50% de la dosis que empleen deberían destinarse a países pobres; suspender los derechos de propiedad intelectual de las vacunas; compartir conocimientos y tecnología y redistribuir las vacunas no utilizadas. ¿Qué menos?


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Lo último de Miguel Álvarez Lozano