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José Manuel Pedrós García

Quora

Viernes, 19 Noviembre 2021 21:05

Quora es una red social de preguntas y respuestas que se creó en junio de 2009, se lanzó como una beta privada en diciembre del mismo año y está públicamente disponible desde el 21 de junio de 2010. Hace tres años que me registré como miembro. Me parecía curioso, desde el punto de vista cultural, científico, o incluso religioso, el poder interactuar, conocer información que otras personas dan (casi siempre son personas con un nivel cultural un poco más elevado, al menos en apariencia, que el de otras plataformas), contrastarla con la información que uno pueda poseer, incluso responder a algunas preguntas.

Quora, o alguno de sus miembros, lanzan preguntas, y el que lo cree oportuno contesta, y la verdad es que es muy entretenido el leer las respuestas, algunas acompañadas de fotografías o vídeos, y conocer cosas interesantes y curiosas. Esta es, por ejemplo, una de las preguntas que han lanzado (en negrita) y a continuación está la respuesta que yo he dado, aunque reconozco que mi respuesta es un poco ambigua y no responde con exactitud al contenido de la pregunta; pero, bueno, me justifico diciendo que esto a menudo ocurre, porque uno responde aquello que cree más oportuno, aunque a veces no se ajuste con precisión al contenido de la pregunta.

—¿Cómo podía Moisés hablar con Dios cara a cara (Éxodo 33:11) si el mismo Dios dijo en el mismo capítulo que nadie puede ver su cara sin morir (Éxodo 33:20)?

—Para empezar, hay que tener en cuenta una cosa: Todo lo que se dice en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, no es cierto, ni al 100% ni a un porcentaje menor. Es más, incluso el papa Francisco ha comentado hace poco, que lo que aparece escrito en la Biblia son cuentos para que la gente de la época entendiera los preceptos, el origen y la forma en la que se debía de actuar para estar bien con Dios y con los hombres.

Podríamos decir que el contenido del libro sagrado es la transcripción más o menos literaria y más o menos verosímil de lo que interpretaron los que la escribieron, y cada copista, al hacer una copia nueva, agregaba o quitaba aquello que le parecía más o menos importante para ensalzar la figura de Dios (en el Antiguo Testamento), o la de Jesús (en el Nuevo). No es, por lo tanto, como se dice, «palabra de Dios». Esto, hablando en términos religiosos, podría ser incluso una «herejía», aunque sea una herejía propiciada por el judaísmo y por el cristianismo.

Por otra parte, muchos de los profetas (sobre todo los de las tres religiones monoteístas) y alguno de los apóstoles o discípulos de Jesús eran unos «iluminados», y lo eran en el término más amplio de la palabra. Dentro de la psiquiatría actual, podríamos decir que eran unos desequilibrados, unos neuróticos, o quizá unos esquizofrénicos, recordemos, por ejemplo, sin ir más lejos, la «iluminación» que tuvo Pablo de Tarso —el mismo lo contó— al caerse del caballo camino de Damasco.

Como resumen, podríamos decir que cada persona puede tener sus creencias religiosas, científicas, políticas o filosóficas, es decir, las que quiera, y si esas creencias le sirven en su vida y en su quehacer cotidiano, perfecto. Pero nadie debería «adoctrinar» a nadie en un sentido o en otro (ni religiosa, ni filosófica ni políticamente), ni inmiscuirse en la vida de nadie. La libertad de pensamiento debe estar por encima de todo eso. Sólo así seremos verdaderamente respetuosos con las ideas adversas, porque si queremos que los demás respeten nuestras ideas, antes debemos respetar nosotros las de nuestro prójimo. Y esto no es algo de mi cosecha. Jesús de Nazaret, que tan denostado ha estado siempre, ya lo decía (así o de una forma parecida). Lo que ocurre es que el cristianismo, que siempre ha seguido (en teoría) la doctrina de Jesús, es la religión que más ha desfigurado sus palabras en beneficio de la propia Iglesia, y la hipocresía de muchos de sus máximos representantes es lo que ha hecho que la pérdida de fieles sea cada vez mayor. Y eso debería preocuparle a la Iglesia, aunque parece que no le preocupa demasiado.


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