Se acuerdan del eslogan: «Gerencia pública ya», que durante tanto años se utilizó para reivindicar la recuperación de un espacio tan emblemático como la Ciudad jardín. Muchísimos años reclamando que este espacio pasara a ser de titularidad pública, pero nadie se atrevió a dar este paso. Hizo falta que Iniciativa Porteña pactara con el PP, en la legislatura 2007-2011, para que en aquel acuerdo programático se incluyera una operación urbanística que haría viable tan histórica reivindicación, me refiero a la permuta que puso en marcha la urbanización del borde sur y trasladó a otras parcelas los derechos urbanísticos que tenía la siderúrgica en los terrenos de la Gerencia, que, por cierto, le fueron concedidos gratuitamente por las fuerzas progresistas del municipio, al incluirlos en el Plan General de Ordenación Urbana de 1992. Esto no fue un desliz, es que alguien de la ‘aristocracia obrera’ pensó en construir unos adosados en este terreno, concretamente 231 viviendas. Y como en el urbanismo lo que se da no se quita, hubo que compensar. Desde luego, el desarrollo de aquel plan general, casi 30 años después, ha dejado una estela de pifias que, en muchos casos, además, nos han salido por un pico a todos los ciudadanos. Pero esto ya es agua pasada.
Volviendo al famoso eslogan: «Gerencia pública ya», desde 2011 este complejo ajardinado es de propiedad municipal. Es lo que se quería ¿no?, pero durante esta década la Gerencia sigue ahí, muerta de risa, deteriorándose un día sí y otro también. A lo mejor es que se pretendía que fuera pública, pero no del municipio. Seguramente va a ser eso. Lo digo porque, buceando por la hemeroteca de El Económico, he localizado una perla digna de enmarcar: «¿Para qué queremos la Gerencia si no es para el proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas? Sin el proyecto, el Ayuntamiento no tiene capacidad para mantener la Gerencia». La frase se recoge en la página 17 de la edición 559, correspondiente al 27 de julio de 2008. ¿Quién pudo realizar semejante afirmación?, se preguntará el lector, pues el nacionalista Francesc Fernández Carrasco. Esta afirmación será más o menos afortunada, pero no se puede negar que, ante todo, es sincera. Por eso digo que cuando se reclamaba la titularidad pública de la Gerencia, se pensaba que el coste lo asumiera la Generalitat, que estuvo en manos del Partido Popular entre 1995 y 2015.
Es verdad que los populares, a lo largo de aquellos años, nos vendieron varias cabras, primero la ciudad del cine; vino hasta Berlanga. Luego la del teatro, con la presencia estalar de Irene Papas, pero todo se quedó en agua de borrajas.
En definitiva, la Gerencia es pública desde 2011, ¿ha servido para algo?
