La doctrina de la mugre

Viernes, 24 Septiembre 2021 21:06

La periodista Naomi Klein explica en su conocido libro ‘La doctrina del shock’ cómo las élites políticas y económicas aprovechan una situación en la que la población está en shock para introducir medidas impopulares de corte liberal. Pasó en Chile tras el golpe de Estado de Pinochet en los años 70 y en Nueva Orleans (Estados Unidos) tras el huracán Katrina en 2005. En España, tenemos el ejemplo nítido de las medidas que se tomaron tras la crisis económica de 2008, encaminadas a recortar el Estado del bienestar y que se vendieron como un sacrificio colectivo necesario, aunque el final de este cuento ya lo saben: los ricos siguieron siendo muy ricos y la gente humilde se llevó todos los palos. A escala más pequeña, también hemos presenciado este modus operandi a la hora de privatizar o eliminar servicios. Por ejemplo, la muy convencida liberal Esperanza Aguirre, con un programa ideológico definido, siempre tuvo claro que tenía que provocar un shock sobre la percepción de los servicios públicos y degradarlos tanto hasta hacerlos desaparecer, mientras vendía lo privado como una alternativa mejor y más eficiente.

La lógica detrás de esta operación es sencilla, por ejemplo, con la sanidad pública, se recorta y degrada hasta que las listas de espera se vuelven eternas y se vende que es necesario regar con millones de dinero público a la sanidad privada donde te atenderán muy bien y como tú, ciudadano de a pie, lo que quieres es que te atiendan, lo acabas aceptando de buen gusto.

Esto nos lleva hasta la ciudad de Sagunto, donde también hemos recibido nuestra buena ración de doctrina del shock. Corría el año 2006 cuando PSOE y Bloc en el gobierno, con el apoyo del PP en la oposición, nos privatizaron la gestión del agua en el municipio. ¿El pretexto? Puro shock. ‘El servicio es malo, la infraestructura es mala, etc. etc.’ Acabaron privatizando el agua e hipotecando nuestro futuro. Su ocurrencia la seguimos pagando hoy en día con una factura del agua carísima gracias a la que una empresa privada se llena los bolsillos. Viajando hasta el presente, recientemente hemos sabido que el Ayuntamiento de Sagunto debe a la SAG, la empresa pública de limpieza, un montante de nada ni nada menos que de 4,5 millones de euros que hacen que la empresa no tenga liquidez, un problema que se suma al altísimo grado de absentismo. Sin liquidez no se puede sustituir a los trabajadores y trabajadoras de baja y con menos plantilla, menos aseo y más mugre por todas partes. No me parece ninguna casualidad que la noticia de este importante impago salga a la luz después de que el PSOE en la alcaldía haya tratado de maniobrar para sustituir de forma injustificada al gerente, con varios rifirrafes, triquiñuelas y polémicas en el Consejo de Administración de la SAG que hemos ido conociendo por la prensa. Hasta ahora todo sin éxito porque son varios los grupos políticos que se negaron rotundamente a realizar este cambio, entre ellos, EUPV, partido miembro del gobierno y que ostenta la vicepresidencia de la SAG.

La ciudad está sucia, muy sucia, lo puede ver cualquier que salga a la calle o sin ni siquiera salir a la calle porque las redes sociales están atestadas de fotografías de contenedores de basura rebosantes o aceras mugrientas. La población quiere medidas y las quiere ya. Ante el enfado colectivo, nos van a querer vender que la solución es cambiar al gerente de la empresa por alguno más afín a la alcaldía que llegue mediante la vía eléctrica del enchufe, un arte en el que los socialistas tienen sobrada experiencia. ¿El pago de los 4,5 millones de euros? Una nimiedad.

Así está siendo la doctrina de la mugre y que a nadie le sorprenda si la siguiente propuesta es una privatización de la SAG. Al final, entre unos y otros, la casa sin barrer (y nunca mejor dicho). En este juego de las sillas de la SAG los perjudicados somos los ciudadanos y ciudadanas que cada día habitamos una ciudad insalubre que huele y luce mal. El gobierno municipal tiene que dejarse ya de tonterías y poner solución a esta situación, estamos hartos y hartas y no vamos a tragar con más excusas. Paguen la deuda, analicen las causas del absentismo y tomen medidas para reducirlo, mejoren los planes de aseo urbano... Trabajen para la ciudadanía, que para eso les hemos elegido.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Más en esta categoría: « De vacaciones Patriotas de pandereta »

 

 

SUCESOS

SALUD