El pasado 8 de junio, cuando todavía no se había superado el medio mandato de esta legislatura municipal, el portavoz de Compromís y anterior alcalde de Sagunto anunció que ya no volvería a ser cabeza de cartel electoral para las elecciones locales de 2023, ni tan siquiera iría en la lista, al menos, entre los cinco primeros, que son los puestos de salida. Es verdad que todavía faltan dos años y que en ese periodo puede pasar cualquier cosa. No es la primera vez que Fernández cambia de opinión. Acuérdense, en la campaña electoral de 2015, cuando dijo que, con el candidato a la Alcaldía del PSOE, Francisco Crispín, no iba ni a recoger billetes, sin embargo, al final, no le quedó otra que aceptar pulpo como animal de compañía.

Si el anuncio de Francesc Fernández es definitivo y, efectivamente, no cambia de idea de aquí a 2023, es evidente que la sucesión, siempre complicada, puede impulsar a la formación nacionalista, mantenerla estancada o, incluso, hacerla retroceder. Aunque aún faltan dos años, se barajan, como nombres para encabezar la lista, los de Pepe Gil Alcamí y el de Asun Moll. Hasta ahora, los nacionalistas, con sus diferentes marcas, han tenido el respaldo mayoritario en el casco histórico. Gracias a ese granero de votos tan fiel y a la concurrencia de nuevos partidos, Francesc Fernández pudo ser alcalde de Sagunto en 2015, pero en 2019, con un PSOE bastante recompuesto entorno a la figura de Darío Moreno, Compromís picó biela. Mientras la fuerza nacionalista no mejore sus resultados en el núcleo del Puerto, que, por otra parte, es el de mayor población, está claro que nunca será alternativa de Gobierno. Lo que sucedió en 2015, de ser la fuerza más votada con cinco concejales, será difícil que se repita.

Así las cosas, está claro que Compromís necesita, además de mantener su apoyo en el casco histórico, crecer en el Puerto, algo que con Francesc Fernández era totalmente inviable. Para mantener el granero de votos en Sagunto tanta valía tiene Pepe Gil como Asun Moll. La cuestión no es esa, sino saber ¿cuál de estos dos posibles candidatos tendría más tirón entre los porteños? Si hay que optar entre Gil y Moll, creo que la concejal de Cultura tiene más posibilidades de crecer en el Puerto. Es una mujer cercana, eficaz, siempre atenta al requerimiento de entidades y asociaciones y, sobre todo, está libre de esa animadversión que suscitaba entre los porteños el señor Fernández. Asun Moll, es la única edil de Compromís que el alcalde, Darío Moreno, todavía no ha logrado eclipsar. En Compromís tendrán que caer en la cuenta de que necesitan crecer en el Puerto para ganar la Alcaldía.