Normalidad

Viernes, 28 Mayo 2021 21:08

Finalmente imperó el sentido común y en la junta general de la SAG que se celebró en la tarde de ayer jueves, se incluyó el asunto del cambio de representante de Ciudadanos en el consejo de administración de la empresa de limpieza, algo que fue solicitado el pasado 20 de abril por el portavoz de este partido, Salvador Montesinos, que es el que tiene la potestad o la autoridad para tomar dichas decisiones. Lo que suceda intramuros en el partido naranja, donde el enfrentamiento entre Raúl Castillo y Montesinos viene de antiguo, no debía ser impedimento para materializar dicho cambio, ni por seguridad jurídica ni por cualquier otra excusa.

Si en la junta general de ayer jueves no se hubiera aceptado tratar la sustitución del consejero de Ciudadanos, me consta que el también miembro del consejo por Iniciativa Porteña y abogado de profesión, Eduardo Alberola, hubiera presentado una denuncia ante el Juzgado, como ya le advirtió por escrito al presidente del consejo de administración y alcalde del municipio, Darío Moreno, pues, en opinión de este veterano profesional del Derecho, se podría estar incurriendo en los ilícitos de los artículos 292 y 293 del Código Penal. No sé el recorrido judicial que hubiera tenido una denuncia de este tipo, pero lo que sí que tengo claro es que el alcalde habría tenido que acudir a declarar ante su señoría, asistido de letrado.

Acuérdense de la famosa Operación Flotador, que puso en marcha la UDEF para investigar el asunto de la privatización del servicio del ciclo integral del agua en Sagunto y terminó en nada, pero la ‘condena del telediario’ afectó de manera decisiva a la carrera política de Alfredo Castelló, que fue literalmente machacado aquel mismo día en todos espacios de noticias, tanto regionales como de ámbito nacional. Como he dicho, el caso se quedó en nada, como tantos otros, pero el daño irreparable ya estaba hecho.

Si el señor Moreno hubiese acudido a declarar al Juzgado, no hay ninguna duda de que este episodio también habría ocupado espacios prominentes en los informativos, sobre todo, por tratarse de un municipio que ya visitó la UDEF. La verdad es que hubiera sido una verdadera pena que una persona tan joven, tan cercana, tan formada, tan dispuesta a ocupar mayores responsabilidades políticas en el futuro, como Darío Moreno, viera truncada su incipiente carrera política por demorar, más o menos, el cambio de un consejero en la SAG. Muy lamentable.

Ahora, que la situación se ha normalizado, el alcalde debe esforzarse, si así lo considera, en conseguir los apoyos necesarios para lograr su objetivo y sustituir al actuar director general de la empresa de limpieza. Si reúne los votos necesarios, estará hecho.


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