Dice Manuel González, portavoz de Iniciativa Porteña, que el alcalde de Sagunto, Darío Moreno, amordaza a la oposición municipal, pero en el aspecto al que él se refiere, en concreto, no es rigurosamente cierto. Esta acusación la formula el líder de IP porque las mociones que presentó su grupo en el pleno municipal de ayer jueves sí se debatieron, pero no se sometieron a votación. Si estas propuestas se leyeron y se trataron en la sesión plenaria, es evidente que no se produjo ninguna clase de censura o amordazamiento. Cuestión diferente es que el interés partidista se haya impuesto al sentido común, que es realmente lo que ha sucedido.
En el pleno de ayer se debatieron y votaron mociones sobre el rechazo al comercio de armas, la liberación de las patentes de las vacunas COVID, la fibromialgia o la petición de una auditoría de las cuentas de la Seguridad Social. No hace falta ser muy espabilado para darse cuenta de que estos asuntos escapan total y absolutamente a la competencia municipal, es más, dudo mucho de que tengan alguna utilidad real, más allá de dotar de contenido, a modo de relleno, unos plenos que, como norma general, suelen ser bastante pobres.
Sin embargo, las dos mociones que presentó Iniciativa Porteña planteaban, por un lado, que Sagunto se adhiriera a la red de bibliotecas de la Comunitat Valenciana, y, por otro, que se reduzca el 50% del IBI, durante diez años, a quienes instalen paneles de energía solar en sus viviendas. Estos dos asuntos, que son de verdadero interés para los ciudadanos del municipio y sobre los que el Ayuntamiento de Sagunto sí tiene competencias, se trataron, pero no se permitió que se votaran. Se mire como se mire, esto es el mundo al revés, no es lógico, no es coherente y, desde luego, no es de sentido común.
A esta situación no se ha llegado por casualidad, este giro comenzó meses atrás con una moción que presentó Vox, en la que el secretario general del Ayuntamiento de Sagunto, a instancias del alcalde, Darío Moreno, informó que se trataba de un ruego y que, por lo tanto, no se tenía que votar. A partir de aquí, tabla rasa. Con la excusa de que hay que aislar a Vox se pone en marcha una dinámica, nunca aplicada en el Ayuntamiento de Sagunto, que permite a los partidos del equipo de Gobierno, en este caso: PSOE, Esquerra Unida y Compromís, no tener que pronunciarse a favor o en contra de cuestiones que afectan directamente a la ciudadanía del municipio. Este es realmente el objetivo, que los que gobiernan no se tengan que retratar ante la opinión pública. Aunque está por ver que esta martingala les beneficie. Tiempo al tiempo.
