Imprimir esta página
Fernando Cos-Gayón Domínguez

El Amor, sin procesiones

Jueves, 01 Abril 2021 21:08

Un año más, y van dos, con pandemia y sin procesiones, pero seguiremos dejando que Jesús, el Rey de Reyes, que no conquista reinos sino corazones, tenga una entrada triunfal en el nuestro. El Domingo de Ramos le hemos dado la bienvenida en las iglesias llevándonos palmas y ramos de olivo a nuestros hogares al son de los tambores que hacemos redoblar en nuestros sentimientos más íntimos. No llevaba borriquita, pero sí que hemos visto a camioneros y transportistas abasteciendo de lo necesario para nuestro sustento en supermercados, almacenes y farmacias. Sonarán carracas en nuestro interior también el Martes Santo en nuestra particular procesión del Silencio, viendo a Cristo Crucificado encarnado en el cuerpo de tantos y tantos enfermos que sufren con resignación en los hospitales, auxiliados por los médicos, auténticos penitentes que tienen a enfermeras y celadores como singulares cirineos.

El jueves, celebramos en nuestras parroquias, con amor y esperanza, la Misa de la Cena del Señor y Hora Santa para encontrarnos también allí el Viernes Santo en el Vía Crucis, que este año en El Puerto no se realiza en la plaza del Padre Jaime, pero no me engaño mucho si pienso que podemos también verlo en tantas personas que suben con una pesada cruz a cuestas por su particular calvario y a las que podemos auxiliar como hizo la Verónica limpiando el sudor y sangre en el rostro del Nazareno, que no pasará por las calles de nuestro pueblo, pero que sigue cautivo y le vemos también en quienes, privados de libertad, sufren los estragos de esta pandemia. Un Nazareno que sigue sufriendo por todos nosotros y agobiado por el peso de la cruz que seguimos poniendo sobre sus hombros. Y con Él la Virgen Dolorosa que, como Madre, también mitiga nuestras penas, especialmente la de esos enfermos a los que he citado antes en hospitales, residencias y allá donde exista una persona que sufre con dolor alguna enfermedad del cuerpo o del alma.

Rezaremos ante el Sepulcro, en silencio y con amor, pidiendo a Cristo Jesús que perdone nuestras ofensas, envidias y humillaciones, así como nuestra falta de amor a los hermanos.

Y finalmente también nos llenaremos de gozo y alegría en la Vigilia del Sábado, cuando Jesús Resucite, acontecimiento que es fundamental en la celebración de la Pascua y la sagrada comunión eucarística, en la cual se recuerda el memorial de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, prueba de su naturaleza divina y que es, al mismo tiempo, promesa, garantía y esperanza de que, en un acto de inmenso Amor, todos los cristianos muertos seremos resucitados y nos encontraremos con Cristo y su Madre en el Reino de los Cielos.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Lo último de Fernando Cos-Gayón Domínguez