Ya sabemos que estamos viviendo bajo circunstancias extraordinarias, debido a la propagación de la COVID-19, que se ha disparado desde las pasadas fiestas navideñas. Estamos desde marzo pasado con este problema que, sin ninguna duda, se prolongará todavía por muchos meses, veremos si para el verano de 2022 se empieza a despejar el panorama, porque, al ritmo que se está vacunando, no parece que la pandemia vaya a remitir en cuestión de poco tiempo. En todo caso, la vida sigue y el que no ha perdido el trabajo, labora todos los días. No queda otra más que seguir adelante.
Sin embargo, parece que nuestros políticos, en este caso los de la liga municipal, viven en otra galaxia. Estamos acabando el mes de enero de 2021 y, de momento, los presupuestos municipales ni están ni se le esperan. Ya sorprendió a propios y extraños que se contratara a una empresa externa para su redacción, algo que, desde luego, es inaudito, puesto que nunca se había recurrido a externalizar la elaboración de las cuentas consistoriales, que siempre se han realizado desde la Intervención Municipal. Pues ni así. Pero aquí no acaba la cosa, dicen desde la oposición que se ha perdido una subvención de tres millones de euros porque alguien del consistorio no ha hecho bien su trabajo.
Me cuentan que en el Departamento de Contratación los expedientes se eternizan, razón por la que los proyectos están parados o, en el mejor de los casos, se retrasan muchísimo. Hay obras que están paralizadas desde hace meses, como, por ejemplo, la conexión entre la playa y el Barrio de San José. Los plenos municipales están vacíos de contenido, si no fuera por las mociones se acabarían en media hora escasa; con las comisiones informativas sucede algo parecido. La política de comunicación es, por decirlo finamente, manifiestamente mejorable. Con estos antecedentes, es lógico que, en la encuesta, que esta semana daba a conocer el alcalde, Darío Moreno y la edil de Participación Ciudadana, Ana María Quesada, quede reflejado que no se conoce lo suficiente la labor que hacen algunos departamentos.
Así las cosas, en cuestión de año y medio que lleva al frente este nuevo equipo de Gobierno, parece que ya está empezando a perder barniz, al menos, entre los sectores más avanzados de la sociedad local, que son, en definitiva, los que generan opinión. El coronavirus ya no es tan eficaz para ocultar las carencias. Como decía, los ciudadanos de a pie tienen que salir todos los días a ganarse la vida, a llevar sus hijos a la escuela, los pagos fijos no tienen espera. Esa gente, que somos la mayoría, ya no compra que por culpa de la COVID-19 el Ayuntamiento de Sagunto vaya a ralentí.
