Enhorabuena

Viernes, 13 Noviembre 2020 20:03

Si en todas las ediciones de los premios Ágora he aplaudido el acierto a la hora de elegir a los premiados, hoy, cuando me entero de que las galardonadas de este año 2020 son Ana Mellado y Palmira Benajas, quiero aplaudir al jurado calificador y a la vez mostrar mi alegría, porque son dos buenas personas que tienen en su haber méritos más que sobrados para merecer estas distinciones..

Por un lado, Ana Mellado, periodista desde hace muchos años y cofundadora de este periódico, ha venido demostrando siempre su profesionalidad y buen hacer en esta difícil tarea de juntar letras partiendo de un papel en blanco, para contar con veracidad y honestidad los acontecimientos más notables de nuestra población, así como en otros casos dar a conocer su opinión acerca de la actualidad política y económica desarrollada, no sólo de nuestro Puerto, sino también de la comarca del Camp de Morvedre. Son muchos años también los que he colaborado con ella y Nacho Belzunces, su marido y director de El Económico, desde la fundación de este medio de comunicación local y comarcal a mediados de 1986; y puedo decir sin temor a equivocarme que, independiente de su tenencia política –que la tiene como todos- siempre ha presidido en sus comentarios el afán de que prevalezca la verdad, siguiendo la objetividad que caracteriza a este medio de comunicación.

En cuanto a Palmira Benajas, quizá aún la conozco antes, cuando todavía no había terminado su carrera de periodismo, pero ya apuntaba esa gran locuacidad que siempre le ha permitido expresar sus opiniones con un carisma merecedor de los mejores elogios. Siempre al amparo del 104.1 de la FM, ha sido fiel a los objetivos primero de Radio Sagunto y después de Onda Cero, pero imprimiendo su gran personalidad con la que ha conseguido que su voz llegue a los corazones de los radioyentes. Y todo eso, con objetividad y procurando siempre que en la redacción de sus comunicados no falte una consulta previa a todas las partes implicadas, cosa que puedo dar fe no sólo a nivel personal sino también en mis tiempos de comunicador en empresas y asociaciones.

Pero, además, ha sabido demostrar sus dotes profesionales en las numerosas presentaciones de actos sociales, culturizándolos y consiguiendo sacar esa sonrisa que denota estar en sintonía y comunicación con los espectadores.

En definitiva, dos grandes profesionales que siempre han sabido que el buen decir y la cuidada redacción seria y rigurosa no son signo de afectación sino de respeto al oyente y al lector.

Desde esta columna quiero dar a las dos mi más cordial enhorabuena por estos premios, así como a Octavio Murria, presidente de Ágora Puerto Cultural por el acierto al otorgarlos.


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