Gente coherente

Viernes, 18 Septiembre 2020 19:08

En la mañana de ayer jueves, en la reunión de la Comisión de Urbanismo, fue presentado el Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía para el Abastecimiento de Sagunto. Esta herramienta no es nada novedosa, pues ya se recogía en la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional, o sea que llega con casi 19 años de retraso. Seguramente no se habrá aplicado antes porque, que yo recuerde, no se han padecido sequías severas por estas latitudes. Sin embargo, nunca es tarde si la dicha es buena.

Lo más llamativo de este plan es que en él se contempla, como alternativa a épocas de escasez, el empleo del agua de la desaladora de Acuamed. Según ese plan, la falta de agua proveniente del Júcar se compensará con los suministros de la desaladora, lo cual implica que dicha planta se asume como un elemento más del abastecimiento hídrico para el municipio de Sagunto. Meridiano.

Para entendernos, pueden pasar 40 años sin que se produzca ninguna sequia severa en la zona, tal y como ha sucedido hasta ahora, pero, si hemos de tener esa pieza de repuesto para utilizarla, llegado el caso, hay dos cuestiones clarísimas: la primera y principal es que la planta tiene que ser nuestra y, la segunda, no menos importante, que tendrá que estar en perfecto estado de funcionamiento. Es decir, que Sagunto incorpora al citado plan los recursos hídricos provenientes de la desaladora porque en el futuro contará con dicha instalación. Me parece que Darío Moreno y su equipo de gobierno actúan con coherencia ante este asunto, asumiendo sin complejos que la desaladora atenderá las necesidades de abastecimiento del municipio. Creo que, definitivamente, el tripartito ha dejado muy clara su posición respecto a esta cuestión.

Hay que recordar que fue en la legislatura 2003-2007 cuando los mismos partidos que gobiernan ahora Sagunto: PSOE, Compromís y Esquerra Unida, firmaron un convenio con Acuamed para que se construyera esa planta, que sin sobrecostes salía por un dineral y con los sobrecostes producidos por un potosí, por consiguiente, es lógico que estas tres fuerzas políticas accedan, finalmente, a cerrar este litigio.

Definitivamente, alguien con luces ha echado mano de esa figura del plan de emergencia ante situaciones de sequía, para darle encaje a una desaladora que no hacía ninguna falta en 2007 ni en 2020, aunque como esto del cambio climático lo admite todo, quién sabe si en los próximos meses deja de llover y el Júcar se queda seco. Esta claro que, ante ese escenario, las pasaríamos moradas, pero gracias a la decisión que se tomó entonces, siempre podremos disfrutar del agua desalada. Ante este futurible tan apocalíptico, lo de menos es el precio, así que todos tranquilos.


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