“La salvajada que se está haciendo con los niños” es el título de un vídeo de cinco minutos de duración que puedes visionar en el famoso canal que comienza con la “Y” sólo con escribir ese título en el buscador. No quiero poner el enlace en esta columna, forzando a que, si la misma despertara algún interés, y las conciencias y necesidades de conocimiento se activaran, sólo hay que...Les aseguro que no será una publicación que se hará viral (medida de todas las cosas). A día de hoy recoge ocho mil doscientas visualizaciones, y lo han subido con la categoría de “entretenimiento” (lo que no sé si es bueno, o malo).

Dejando hoy a los docentes con sus conexiones, sus “Aulas” y sus MULAS”, quisiera centrarme (como prometí en una anterior entrega) en los padres; y más concretamente en las organizaciones legales que los representan (AMPAS) en el sistema educativo, y a los que por inercia (y creo que por el “qué dirán”) la mayoría, sin mucho entusiasmo y participación, están afiliados, pagando una módica cuota, y delegando. Recuerdo alguna que, para continuar existiendo, pese a los quinientos alumnos en el centro, cuando tocaban elecciones a la junta directiva, previamente, anunciaban disolución si no...El miedo una vez más, y el chantaje. La dejación de unas en cumplir las verdaderas funciones para lo que en origen fueron creadas, y el llamado “pasotismo”, desinterés y desconexión de los otros frente a las mismas (además de la desconfianza) las han llevado, según mi modesto punto de vista, al lugar que se encuentran.

Cuando ya en 1992 Francis Fukuyama anunciaba el fin de la historia sabía lo que pretendían: poner fin a la misma historia. No le está siendo tan fácil, desde luego. En 2009, Michel Eliard, desde la escuela francesa republicana (o lo que iba quedando de ella) analizaba y alertaba sobre los intentos del fin de esta; en un libro que he traído a colación en estos trece años de columnas en EL ECONÓMICO. “El Fin de la Escuela”. (Asumo tanta insistencia en la referencia). De esto último, al menos, creo que las Ampas, y por ende sus clientes, no son conscientes. Es más: pueden estar siendo cómplices por inconsciencias sobrevenidas, e intereses varios: para unos, palanca de aprendizaje para ascensos a puestos más significados; para otros, forma y manera de tener accesos. Bastantes figurones, y casi todos, todos, fábricas de lamentos “de lo que trabajan” cuando nadie lo hace; del poco reconocimiento para su aportación callada, etcétera, etcétera.

Miras sus páginas y publicaciones ¿y qué figura? Publicaciones de las empresas del comedor, de las empresas de actividades extraescolares. Vídeos y fotos de las “fiestorras”: chocolatadas, desfiles, llegadas de reyes falsarios, etc. El inglés extraescolar es la estrella: es lo que vende. Propagandas y ocurrencias de los municipios es otra (si en la JD son mayoría de la misma cuerda y han sido impulsadas por algún militante). En estos dos meses, priman los vídeos con el “Resistiré” y el “todo el mundo es bueno”. Pero posiciones, análisis, decisiones, control, propuestas, movilizaciones, materiales para la reflexión, etc., sobre lo que debería ser su supuesta función recogida en la legislación, ganada no sin esfuerzo, pues poca cosa. Se pueden dar un garbeo por ellas.

Por eso, no creo que visionen en las mismas esta sugerencia de título que les he alertado. Sería “massa”. Las consecuencias de la “obediencia ciega y la hipnosis colectiva” de estas ocho semanas pueden ser demoledoras para el devenir de los alumnos; es decir: para el futuro. La “NUEVA NORMALIDAD” cuando comience el nuevo curso puede ser demoledora si vamos a aceptar sin más lo que nos tienen preparados para nuestros hijos y nietos, sirviendo de modelo la enseñanza francesa (guillotina para los opresores, entonces. Ahora cuadrados delimitadores con tiza) y china (sofisticación tecnológica para el control). Con sus políticos, direcciones, y docentes por la labor. Publicado el vídeo, sin más, en una página local de Facebook, recibo como colofón un primer comentario de la que supongo una madre: “Este tipo de cosas solo crean más ansiedad en la población que tenemos hijos y ya tenemos bastante dilema sobre lo que pasara en septiembre. No soy partidaria de esta difusión. Desde el respeto”. Tal cual. La política del avestruz. Si visitas su muro, te deprimes. Yo al menos. Ahora: los que crean ansiedad son “otros”.