Ilusiones

Lunes, 11 Mayo 2020 11:56

Mientras esperamos, inútilmente, a saber, con certeza si el afamado virus con corona fue un aviso de la naturaleza humana-animal; si fue creado en laboratorio con intención; si se escapó en un descuido; si fue obra de chinos o americanos, lo que parece meridianamente claro es que «va a servir». Para hacer su agosto, a unos; y para los gestores de la cosa pública, como justificación de incumplimientos, decisiones, medidas, barbaridades, incluso aciertos. La verdad...no la vamos a saber. Estamos en manos de crapulosos, badulaques y fantoches. No sé si nos quedará alguna ilusión. Porque como dijo el escritor francés Edmond Jaloux, «sólo las ilusiones nos ayudan a vivir y debemos respetarlas en los demás como en nosotros mismos. Un hombre que supiese toda la verdad debería sentarse al margen del camino y llorar hasta la muerte».

Hace unos días, en El Diario de Educación, José Luis Pazos, expresidente de la CEAPA, abría con un interrogante su artículo: «Y si las consejerías de Educación trabajan los próximos cuatro meses sobre las certezas que existen?». Me pareció un análisis interesante y, al menos, hacía propuestas en cada uno de los puntos que abordaba. Seis. (Y tengo que decir que nunca fue santo de mi devoción). Él considera que hay certezas, es decir, verdades, de cara a reanudar la actividad escolar, docente, académica. Yo más bien creo que son ilusiones. Ilusiones que resultan gratis tenerlas, pero que ayudan a vivir.

Verdad es que hacer volver a las aulas a alumnos y docentes antes de septiembre sería irresponsable. Verdad es que sería necesario acometer actuaciones importantes en las infraestructuras educativas (durante los cuatro meses que faltarían). Por supuesto, abordar profundamente la higiene y limpieza de los centros. El no va a más: la contratación de personal de enfermería (uno por centro). Por último, la dotación, real, dice, de equipos informáticos y herramientas ídem para unos y para otros. No aborda, por ejemplo, el elevado número de personal interino en fraude de ley. Pero soluciones da para el día de después; y soy comprensivo: no se trata de abordar todo en un artículo. Todas ellas cuestiones razonables, con sus propuestas como contribución. Lo compro. De ilusiones también vivimos. Pero verás cómo el coronavirus será la excusa para no atenderlas. Cuestión de prioridades.

Un docente, acertado casi siempre, de buena pluma, poeta inmejorable, que firma como Tiziano Tizona (¡qué cachondo!) afirmaba en una de sus recientes columnas en Pizarra y tiza que, «un marrón se nos viene encima». Esa sí que me parece una verdad, aunque no sea toda la verdad. Para mí se aproximaría a lo negro, a lo oscuro (no creo haya usado ese color por la semejanza con la mierda). Me ha llamado la atención su punto 4: «Quien piense que es posible que un niño de 5 años, de 7, de 11 años se mantenga a dos metros de sus compañeros durante toda la jornada es que solo ha visto un colegio en fotos, Por no hablar de los adolescentes cargaditos de hormonas». Ilusiones de Celaá.

Al final voy a tenerle que agradecer a María José Catalá, Vicent Marzá y Miguel Soler no vivir desde dentro ese, ahora sí marronazo. Nem a fer-mo´n una. Res de figamolla.

 


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Modificado por última vez en Lunes, 11 Mayo 2020 13:33

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