Redes Sociales (1)

Viernes, 24 Abril 2020 19:06

De las redes sociales se saca a menudo mucha información, y sobre todo muchos comentarios que, aunque algunos no sean dignos de reproducir, ni merezca la pena perder un solo segundo con ellos, otros sí que son destacables por ser inusuales o llamativos.

Voy a reproducir uno que me ha llamado especialmente la atención, y me ha llamado la atención porque en estos tiempos que corren, tal como están las cosas y con la que está cayendo, parece impropio que alguien con una ideología concreta sea capaz de hacer estos comentarios.

Dice así: "Tengo 67 años. Soy madrileño, licenciado en Derecho, católico y del Real Madrid (por este orden), y mi actividad laboral ha estado siempre vinculada a la política. No voy a indicar mi nombre, y espero que lo comprendan, porque el hecho de haber estado muy cerca del poder político, me puede acarrear ciertas represalias, que a estas alturas de mi vida no deseo atravesar.

»En los inicios de nuestra democracia, yo fui uno de los jóvenes que apoyó la idea de Manuel Fraga, cuando formó el partido Alianza Popular, y siempre he estado unido a esta formación política, que unos años después derivó en el Partido Popular. Sin embargo creo que a estas alturas de mi vida, y después de todo lo que ha sucedido, debo ser crítico (todos deberíamos serlo) y cuando alguna cosa no nos parezca adecuada, decirlo, con toda educación, pero con toda claridad.

»No me pareció bien, por ejemplo, que mi partido apoyara la guerra de Irak, cuando una gran parte de la población estaba en contra; pero me pareció mucho peor que esta guerra se planteara para deshacerse de unas armas de destrucción masiva que nunca existieron; y Aznar sabía esto antes de la contienda bélica porque se lo había comunicado el CNI, como también sabía que la guerra era por el petróleo (el periodista Fernando Rueda investigó durante tres décadas la vida y muerte de los agentes del CNI en Irak y confirma ambos puntos en un libro de reciente aparición. Además, resalta que Aznar prefería creer los informes falsos de la CIA y el MI6 británico sobre las armas de destrucción masiva que los de sus propios agentes).

»Tampoco me pareció nada bien que tras la masacre del 11 M, en el que una serie de ataques terroristas en cuatro trenes de las cercanías de Madrid, llevados a cabo por una célula terrorista yihadista (así lo reveló la investigación de la policía, lo sentenció la Audiencia Nacional y lo confirmó el Tribunal Supremo), causando 193 fallecidos y más de dos mil heridos; pues bien, reitero, no me pareció nada bien, que el señor Aznar —al que siempre había apoyado— dijera que habían sido los terroristas de ETA los que habían provocado semejante barbarie; y todo para eludir su responsabilidad, y que nadie relacionase este atentado con su apoyo a la guerra de Irak.

»Asimismo, he de hablar de lo mal que se gestionó la crisis del petrolero «Prestige» en el año 2002 (el tercer accidente más caro de la historia, con un coste de 12.000 millones de dólares), y que Rajoy dijera como justificación que eran sólo “unos pequeños hilitos con aspecto de plastilina”.

»También debo hablar del accidente del Yak-42, con 62 militares españoles fallecidos, y he sacado algunos titulares que Federico Trillo, entonces ministro de Defensa, pronunció: “Todos estaban identificados al ser enterrados”. “Era un aparato muy seguro”. “El causante fue el mal tiempo”. “La responsabilidad de contratación era de la OTAN”. Todo esto es algo que después se pudo comprobar que era falso, totalmente falso, y que sus palabras eran, simplemente, una forma de justificar lo injustificable.

»Tampoco debo pasar por alto, cómo, tras la tragedia a primeros de noviembre de 2012, del suceso en el Pabellón Madrid Arena (propiedad del Ayuntamiento de Madrid), en el que fallecieron 5 chicas durante la macrofiesta de Halloween, Aznar y su mujer Ana Botella (alcaldesa de Madrid en esas fechas) se fueran a un balneario a Portugal, eludiendo así cualquier responsabilidad.

»Todo esto que he indicado son hechos contrastados, no bulos; y no quiero hablar de la corrupción generalizada que abarcó a una mayoría de los ministros del gobierno de Aznar, algo que no se puede ni siquiera comentar, pues, en cuanto se dice algo, viene la contrarréplica: “¿y del escándalo de los ERE de Andalucía no hablamos?”. Pues sí, podemos hablar también, por supuesto, y podemos decir que fue algo abominable, lo cual no quita para que todo lo apuntado con anterioridad no sea, al mismo tiempo, espantoso.

»En fin, podría señalar otras cosas mal hechas, pero no quiero extenderme demasiado, aunque sí quiero comentar que todo esto lo digo porque creo que las mentiras, la falsedad y la hipocresía son algo que siempre deberíamos detestar, aunque lo peor de todo es mantener las mentiras de algo cuando se ha demostrado plenamente su falsedad.

»Esto es lo que ha hecho que reniegue de la formación con la que siempre me he identificado, y que lo haya hecho con tranquilidad y sin ningún ánimo especial, aunque algunos crean que lo he hecho dando un portazo.

»No puedo aceptar que los miembros del partido en el que siempre he estado (y he creído), hayan actuado de la manera que lo han hecho, hayan desmantelado la sanidad pública como lo hicieron, y ahora lo nieguen y sean capaces de criticar al gobierno actual de la forma más vil y más infame, cuando todos vemos que se están dejando la piel cada día para intentar solucionar de la mejor manera esta pandemia que nos acosa a toda la población. ¿Se tendría que haber empezado antes el confinamiento? Pues sí, pero eso se sabe ahora, y ahora no podemos volver atrás. Habría que ver cómo gestionaba el PP el problema si estuviesen gobernando ahora. Seguramente lo harían con mucha menos responsabilidad, como han gestionado todas las crisis; porque el PP habla de reconocer los errores, sí, pero se refiere siempre a que sean los demás los que reconozcan los suyos, porque ellos no los han reconocido nunca, como tampoco han reconocido las mentiras con las que los han justificado.

»Finalmente, he de pedir disculpas a todos aquellos que se puedan sentir ofendidos por mis palabras. Mi intención no ha sido la de herir la sensibilidad de nadie, aunque hay gente que desea que respeten su sensibilidad, y se enoja cuando no es así, pero ellos no respetan después la de los demás. Mi propósito ha sido sólo el de proclamar la verdad, algo que si antes no había hecho era porque yo también tenía, como muchos, una venda en los ojos".

Este es el contenido que he sacado de las redes sociales, perteneciente a alguien que, al parecer, a abandonado el Partido Popular al que estuvo siempre ligado, y que me parece, en estos tiempos que corren, algo muy significativo. Yo me he limitado, simplemente, a copiar y pegar el texto que aparecía hace unos días en una red social. Nada más. No quiero emitir ningún juicio de valor, ni hacer ninguna consideración añadida, pues creo que sus palabras son ya bastante elocuentes, aunque pienso, en contra de la opinión de este señor, que sí que ha querido dejar el partido dando un portazo.


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