El coronavirus

Viernes, 20 Marzo 2020 19:36

Esta crisis mundial que sufrimos, producida por el coronavirus, que afecta gravemente a la salud de toda la población, nos está haciendo hablar (y actuar) a todos de una manera un tanto visceral, unas veces en tono de broma, otras en tono de crítica hacia la labor del gobierno y otras en tono de alabanza. Según cual sea nuestro criterio ideológico, o nuestro talante, optaremos por una u otra forma de expresión.

Sin embargo, hay una cosa evidente: Se está extendiendo de una forma generalizada por todos los países, pero de una forma mayoritaria por Occidente, es decir, por lo que denominamos primer mundo, sin respetar a nadie en función de su condición económica, política o social, o sea, está atacando de una forma democrática, lo que ha supuesto, además del problema sanitario, que la economía se tambalee, la bolsa se desplome y bajen las acciones.

Esto nos debe llevar a una reflexión: Las políticas neoliberales no nos sirven en estos momentos de desconcierto e incertidumbre, en los que solamente la solidaridad de todos los ciudadanos, el cumplir con las medidas impuestas, y el apostar por la sanidad pública, por la investigación y por la ciencia es lo que nos puede llevar a vencer esta pandemia y salir airosos de la crisis.

Quizá tengamos que retroceder un poco en esa carrera contrarreloj que a veces nos imponemos, creyendo que el tener una economía saneada nos puede vacunar de todos los riesgos de la vida. Quizá tengamos que pensar que el capitalismo beligerante que nos envuelve no es la solución más adecuada; que el individualismo extremista que propone esa modernidad, como puntal del neoliberalismo, no nos conduce a nada positivo; que el miedo al contagio, la insolidaridad social, esa supuesta superioridad cultural, que por otra parte resulta antagónica cuando hemos de enfrentarnos a un enemigo común, del que no se puede escapar solo, todo eso nos hace cada vez más débiles, más quebradizos y más frágiles.

¿Podríamos luchar contra el coronavirus teniendo una sanidad totalmente privada, en la que el beneficio económico fuera el único objetivo? Creo que la respuesta es evidente: No. ¿Por qué entonces no hemos de apostar por una sanidad exclusivamente pública, una sanidad que llegue a todos los rincones y a todas las personas, con independencia de su nivel adquisitivo o de su poder social?

Esta crisis del coronavirus nos debe hacer pensar en el sentido de nuestra vida; en los problemas que la globalización nos acarrea; y en los peligros de un individualismo fanático. Hemos de pensar que si formamos parte de una sociedad, debemos actuar como sociedad, es decir, teniendo claro que las políticas sociales deben ser lo fundamental y lo prioritario para todos, lo que impere en nuestra forma de pensar y de actuar; porque no podemos salvar el planeta de una forma individual, sino con la ayuda de todas las manos, y eso no se consigue con las políticas neoliberales por las que apuesta el capitalismo más extremista.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Más en esta categoría: « La Justicia Días de crisis »

 

 

SUCESOS

SALUD