La cumbre que sobre el cambio climático se ha celebrado recientemente en Madrid nos ha ofrecido comentarios dispares sobre su conveniencia, su razón de ser y sobre la viabilidad de que dicha cumbre haya podido ser o no positiva para solucionar los problemas que desde hace algunos años angustian al Planeta.
El viernes, día 6, tuvo lugar una manifestación multitudinaria, a la que acudió la joven activista Greta Thunberg para apoyar la protesta, y el día 7 continuaron las actividades y conferencias programadas.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, destacó el mismo sábado que los océanos son parte de la solución contra el calentamiento global, por lo que solicitó a todos los jóvenes que siguieran presionando, para obligar a la Unión Europea a actuar con más celeridad frente a la crisis climática.
Cuatro jóvenes estudiantes y activistas abogaron en defensa de la salud y contra el trance del clima durante uno de los paneles de la Cumbre Global «Clima y Salud», que tuvo lugar en la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, en el marco de la Cumbre del Clima. Organizada por la Alianza Global Clima y Salud, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este encuentro analizó los efectos en la salud del cambio climático y concluyó con una Declaración final.
Por otra parte, varios premios Nobel de disciplinas científicas diferentes destacaron que este es el momento para hacer frente a la crisis climática, lo cual requerirá de un cambio de mentalidad, pero que también será necesario que seamos realistas, pues el ser humano no está llamado (ni programado) para vivir fuera de la Tierra.
Como muchas de las cuestiones interesantes que más nos acucian a la población, este es un problema más sobre el que se necesita una cierta sensibilidad política. Sin embargo, muchos de nuestros políticos parece que no están por la labor de reconocer que el problema del cambio climático es un problema real al que debemos poner una atención especial, pues estamos jugando con la salud, con el bienestar y con el futuro de la raza humana.
En la citada cumbre se subrayó que «la contaminación causa aproximadamente unas siete millones de muertes prematuras en el mundo. Además, el noventa por ciento de la población infantil vive por encima de los niveles de contaminaciones: las consecuencias —se dijo— son una emergencia para la salud pública».
La pesca es un termómetro infalible para medir el impacto del cambio climático en el planeta. Los peces son sensibles al calentamiento del agua, que les hace desplazarse a otras latitudes, con lo que eso supone para el manejo de los mares, la sostenibilidad de la biomasa y la supervivencia del sector pesquero. Se trata de una realidad analizada en la Cumbre Mundial del Clima (COP25) en la que tienen voz desde armadores a pescadores, además de expertos, oceanógrafos y organizaciones ambientalistas.
Según el estudio, la pérdida de oxígeno oceánico «está estrechamente relacionada con el calentamiento y la acidificación de los océanos causados por el aumento de dióxido de carbono (CO2), a su vez consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y de la llamada fertilización de los océanos. La mayor parte del exceso de calor retenido por la Tierra es absorbida por los océanos, lo que inhibe la difusión del oxígeno de la superficie a las profundidades, y el aumento de nutrientes que llegan a través de los ríos promueve la proliferación de algas y el consiguiente aumento de la demanda de oxígeno». Así lo explicó Dan Laffoley, del programa de Ciencia y Conservación marina de la IUCN.
Hemos que ser conscientes, somos una especie más del Planeta, pero el hecho de que tengamos nuestros recursos y mecanismos de defensa no nos otorga ninguna autoridad para, como suele decirse coloquialmente, «hacer de nuestra capa un sayo». El Planeta tiene sus límites, lo sabemos, y no podemos pensar que todo tiene solución sin más. Somos nosotros, con nuestros mecanismos los que debemos poner freno al calentamiento global, para que el cambio climático, en un futuro, sea sólo una idea del pasado a la que supimos enfrentarnos con la razón y el talento que ha caracterizada siempre a esta especie animal que desde hace varios milenios domina la Tierra; pero es necesario que nuestros políticos, que son los que tienen en sus manos las armas necesarias, sepan hacer frente al problema desde esa razón y ese talento que se les supone.
