Navidad

Viernes, 13 Diciembre 2019 18:24

Las calles se llenan de luces (¿a quién le importa el cambio climático?) de comercios con música de villancicos virales a toda paleta (¿a quién le importa el sistema nervioso de transeúntes y vecinos?) ¡que es Navidad! Todo se llena, todos nos llenamos de esa especie de fiebre inducida por ese brote epidémico que nos hace sentir la necesidad de acabar el año con el mismo autoengaño de siempre: mostrarnos felices como si creyésemos que todo va bien o que todo se va a arreglar. Continuando con nuestro voluntario engaño, nos comportamos como si nos creyésemos obligados a hacer algo diferente, distinto: preparamos comidas y bebidas abundantes, adornamos las casas cargándonos los pinos de los alrededores, reforzamos nuestros belenes con alguna que otra chorrada comprada a los chinos…

¿Quién no ha caído alguna vez, en eso? Por supuesto yo también. Y más de una vez. Tampoco es tan importante la cosa si no caemos en excesos notables, pero deberíamos reflexionar de vez en cuando sobre estas cosas.

La mayoría somos conscientes de que a menudo nos dejamos llevar por puntuales impulsos consumistas que nos hacen coger de una estantería un producto que diez segundos antes creías no necesitar, lleves o no lleves una lista de compra. Lo saben aún mejor que nosotros los expertos de los Grandes Almacenes.

Deberíamos reflexionar sobre ello; reflexionar es muy sano y suele hacer que te encuentres mejor. Por ej: ya que sé que voy a sentir la necesidad de hacer algún pequeño extraordinario ¿por qué no darle un sentido social y humano? ¿Y si los extraordinarios los hago, por ejemplo, comprando en la Tenda de Comercio Justo y así no ser solo yo y los míos los que se beneficien de la compra? ¿Sabes que los beneficios van a parar a pequeños productores del tercer mundo, especialmente cooperativas de mujeres? ¿Sabes que en estos días la Tenda está plagada de pequeños posibles regalos para el Amigo Invisible o para tus hijos o sobrinos? ¿Conoces la Tenda? ¿Sabes que está especializada en productos de alimentación como panelas, cafés variados, chocolates, cous-cous, galletas, pastas con quinoa, especias de todas clases, dátiles… todo, ecológico, biológico y, sobre todo, lo más sano: limpio de toda clase de especulación sobre el beneficio, el cual se hace llegar íntegro al productor.

Otro modo de quedarse a gusto con un@ mism@: el próximo viernes día 20 y el sábado 21 se van a recoger alimentos en las puertas de las grandes superficies. Son para el Centro Solidario de Alimentos local, que junto otras entidades solidarias dan de comer a más de quinientas familias necesitadas. Tu paquete de arroz, tus litros de leche, cualquier cosa con la que contribuyas hará que duermas mejor.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Lo último de Miguel Álvarez Lozano

Más en esta categoría: « Sucio comercio Cumbres borrascosas »

 

 

SUCESOS

SALUD